La galería Calvaresi presenta la exposición "Farola, Tapiz, Túnica" con obras del artista marplatense Daniel Basso bajo la curaduría de Lux Lindner.
El conjunto está integrado por cinco obras de gran tamaño realizadas por el artista que viene de ganar el Premio Itaú de Artes Visuales y conforman una instalación que ocupa un piso completo de la galería.
La relación de Basso con el diseño de interiores y el diseño gráfico, así como con la arquitectura, da a su trabajo un carácter personal e inconfundible en el que se vislumbran gestos propios de diferentes disciplinas integradas en obras en las que aparecen también algunos rasgos de la cultura de consumo sesentista.
Las piezas de la instalación cobran mayor sentido cuando entran en relación entre sí en un espacio que el artista entiende como la abstracción de un mueble.
“Los materiales que utilicé son leales a esa referencia”, expresó Basso en diálogo con PERFIL.COM.
La sala completa se transforma, de esta forma, en una obra que se articula sobre una paleta de tonos pastel que encuentra su inspiración en el frente de un local de la calle Olavarría en el barrio de La Boca, la zona donde vive el artista.
“El color lo hace comestible, ¿no?”, comenta Basso.
Y la inquietud cobra sentido en tanto que una de las piezas se asemeja a un producto típico de la repostería de barrio, con membrillo, crema pastelera y cereza incluidas, aunque en formato gigante y con un dejo de sensualidad que está presente en todo el espacio.
Daniel Basso utiliza softwares de diseño para crear sus instalaciones.
“Lo primero que hice fue plantear la situación de una carpeta de color en el piso para incluirlo como una pared más, como un soporte más. El soporte de las paredes y el piso generan un ambiente, una sensación de completitud” explica Basso que se vale de softwares de diseño para crear sus instalaciones.
En el mismo sentido, el artista reconoce que la esencia de su trabajo “es gráfica”.
El anclaje con la decoración de interiores está presente en sus obras y distintos elementos arquitectónicos se resignifican y dan lugar a objetos de los cuales pasan a formar parte con naturalidad.
De este modo, dos balaústres se convierten en dos pendientes y lo que parece un lápiz labial está creado a partir de un volumen que recuerda el estilo de construcción marplatense.
“Esta es la industria cosmética mezclada con la arquitectura. La textura es típica de los chalets de la arquitectura pintoresquista de Mar del Plata. Es una referencia a esa tipología porque es una especie de viga de techo, pero es una base de madera que está convertida en un labial”, detalló Basso.
En tanto, la pared está recorrida por un largo estante blanco y vacío realizado en poliestireno expandido inspirada en una similar que el artista vio en una cantina de Madrid. De este modo logra el contraste entre la firmeza que se espera de una estructura creada para soportar peso y la debilidad del material con el que fue construida.
Basso logró transformar una sala en una gran instalación que debe ser transitada con fundas protectoras que provee la galería a sus visitantes porque el piso también forma parte de la obra.
Daniel Basso realizó exposiciones individuales y colectivas en galerías, centros culturales, salones y bienales. Su obra forma parte de colecciones públicas y privadas. En la actualidad también expone en las muestras Premio Itaú de Artes Visuales en la Casa Nacional del Bicentenario y La marca original en el CCK.
La muestra "Farola, Tapiz, Túnica" puede visitarse hasta el domingo 25 de agosto en la galería Calvaresi, Defensa 1136, (en el barrio porteño de San Telmo), de lunes a sábados de 12.00 a 18.00 y los domingos de 12.00 a 17.00.
