El presidente Joe Biden instó a los legisladores a aprobar un paquete reducido de modificaciones a la ley de inmigración en medio de las históricas cifras de detenciones en la frontera suroeste de Estados Unidos que continúa enfrentando su Administración.
En su discurso del Estado de la Unión del martes por la noche, Biden pidió al Congreso que apruebe más fondos destinados a agentes y equipos necesarios para “asegurar la frontera”, y una vía hacia la ciudadanía para inmigrantes indocumentados que hayan llegado a EE.UU. de niños, conocidos como “dreamers”, así como para inmigrantes que se desempeñen como trabajadores agrícolas, trabajadores esenciales y migrantes en situación temporal.
“Los problemas de la frontera estadounidense no se solucionarán hasta que el Congreso tome medidas”, dijo Biden. “Si no aprobamos mi reforma migratoria integral, al menos aprueben mi plan”.
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Varios republicanos gritaron “aseguren la frontera” mientras Biden hablaba y el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, pareció tratar de hacerlos callar desde la tribuna.
La propuesta más limitada de Biden es un reconocimiento de la naturaleza dividida del Congreso. Los republicanos ganaron el control de la Cámara en las elecciones intermedias de noviembre, cuando hicieron campaña contra las políticas de inmigración del presidente, diciendo que han alentado a los inmigrantes a cruzar a EE.UU.
En su primer día como presidente, Biden propuso una reforma migratoria radical que habría creado una vía hacia la ciudadanía para muchos de los cerca de 11 millones de inmigrantes indocumentados que hay en EE.UU. Sin embargo, ese paquete nunca cobró fuerza en el Congreso durante los últimos dos años, cuando los demócratas tenían estrechas mayorías.
La reforma migratoria de Biden no provocaría una nueva ola de inmigrantes
Si bien la nueva propuesta de Biden es más limitada que la primera, aún marcaría los cambios más significativos en las leyes de inmigración de EE.UU. en décadas.
El mes pasado, la Administración Biden amplió una política que permite a las autoridades expulsar rápidamente a migrantes de Venezuela, Cuba, Haití y Nicaragua utilizando la controvertida política de salud pública de la era Trump conocida como Título 42.
Los migrantes de esos países han impulsado el alto nivel de detenciones durante el último año, incluidas más de 250.000 detenciones solo en diciembre. Al mismo tiempo, EE.UU. admitirá a 30.000 inmigrantes al mes de esas naciones que soliciten vivir y trabajar temporalmente.
Biden dijo que el programa ha hecho que la “migración ilegal” de esos cuatro países se reduzca en un 97% desde que se implementó.