Las tasas de inflación anual de Brasil y México rondaron los mínimos de varios años a mediados de noviembre, lo que aumentó las expectativas de que los bancos centrales de ambos países reducirán aún más los costos de endeudamiento para respaldar la débil demanda.
Los precios al consumidor, bajo la medición del índice IPCA-15 de Brasil, aumentaron 2,67% desde hace un año, marcando el nivel más bajo desde mediados de septiembre de 2017, informó la agencia nacional de estadísticas el viernes. Entretanto, la inflación anual de México se mantuvo cerca del nivel más bajo desde finales de 2016, en 3,10%.
Las dos economías más grandes de América Latina están atrapadas en un período de malestar marcado por un crecimiento débil, una confianza desigual de los inversionistas y aumentos moderados de los precios al consumidor. La actividad se ha visto limitada por los esfuerzos para controlar el gasto público e impulsar las cuentas fiscales. Eso llevó a sus bancos centrales a liderar el estímulo del consumo con recortes en los costos de endeudamiento que se extienden hasta final de año.
La inflación de Brasil se acelera por sobre lo estimado en marzo
El presidente del banco central de Brasil, Roberto Campos Neto, dijo en las audiencias del Congreso esta semana que la inflación del país estaba bajo control a mediano y largo plazo. Comentó que es posible un nuevo recorte de la tasa de referencia en medio punto en diciembre, y que cualquier reducción adicional se realizará con precaución.
En su decisión final del año, se espera que el banco central de México reduzca los costos de endeudamiento en un cuarto de punto a 7,25% el 19 de diciembre.
Brasil apunta a una inflación anual de 4,25% este año, y se espera que su economía crezca cerca de 1%. México apunta a un aumento anual de 3% en el costo de vida, y su economía pronostica que no crecerá casi nada este año.