El experimentado inversionista Nelson Tanura esta apostando que Light SA, una eléctrica brasileña que se acogió a protección por bancarrota, generará grandes ganancias para sus accionistas incluso cuando los tenedores de bonos esperan perder alrededor de la mitad de su dinero.
En cualquier otro país, esa apuesta no tendría mucho sentido: por lo general, las acciones de las empresas que se reestructuran tras una bancarrota pierden su valor y los acreedores toman el control. Pero las peculiaridades de la ley de reestructuración de Brasil significan que su apuesta por Light puede ser rentable, una jugada en la que Tanure ha tenido éxito previamente.
Los accionistas tienen derecho a retrasar efectivamente el proceso de reestructuración de las empresas brasileñas en quiebra, lo que les otorga un poder inusual para presionar a otros inversionistas para que sufran las pérdidas.
Tanure, que en mayo poseía menos del 10% de Light, ha estado comprando acciones a un ritmo frenético y elevó sus tenencias totales a por lo menos un tercio de la empresa. Ahora, su participación vale 895 millones de reales (US$189,2 millones), ya que sus intensas compras ayudaron a impulsar un repunte del 73% en las acciones este año y ganancias de alrededor del 316% desde los mínimos del año hasta el viernes.
Los inversionistas en deuda, mientras tanto, ven mucho de qué preocuparse. La compañía propuso un plan este mes para arreglar su balance, lo que puede resultar en que los tenedores de bonos pierdan al menos 60 centavos por dólar. Las notas de la compañía se han desplomado y bonos en dólares con vencimiento en 2026 se cotizan a alrededor de 45 centavos por dólar, frente a los 84 centavos a fines del año pasado.
“La divergencia es inusual”, dijo Omotunde Lawal, jefa de deuda corporativa de mercados emergentes de Barings. “Por lo general, uno esperaría que el capital se elimine o se diluya fuertemente” en los casos de bancarrota, agregó.
Un recorte de tasas en Chile impulsará más ganancias para los bonos en pesos
Tanure, de 71 años, amasó su fortuna invirtiendo en empresas brasileñas en problemas. En 2016, compró una participación en Oi SA cuando el operador de telecomunicaciones cayó en bancarrota. Hace alrededor de una década, compró acciones del productor de petróleo en apuros PetroRio y pasó años ayudando a reestructurar la empresa.
A menudo busca tomar un papel activo en la recuperación de las empresas en dificultades. En el caso de Light, se aseguró un asiento en la junta, nombró a un aliado para que sea el presidente y está hablando con los acreedores.
Light se acogió a la protección por quiebra en mayo, luego de advertir que los reguladores gubernamentales no le permitían cobrar a los clientes lo suficiente para pagar sus obligaciones. La empresa experimentó una serie de obstáculos, incluido el hecho de que más de una cuarta parte de la energía que enviaba a la red estaba siendo robada, lo que le costaba a la compañía alrededor de US$200 millones al año.
La empresa de servicios públicos con 120 años de existencia también había dicho que se veía afectada por las altas tasas de interés, clientes que estaban en mora en sus facturas, menores ingresos de grandes clientes y dinero aprovisionado para pagar una decisión judicial que la obligó a devolver créditos fiscales a los consumidores.
Hay buenas razones para que los inversionistas en bonos estén preocupados por el riesgo de la deuda de Light, según Eduardo Ordóñez, gestor de cartera de deuda en BI Asset Management en Copenhague.
“El riesgo de proceso/ejecución es elevado y el camino hacia un acuerdo puede no ser una línea recta”, dijo Ordóñez, quien ayuda a supervisar US$2.000 millones en bonos corporativos de mercados emergentes. “El nombre ha sido políticamente sensible durante un tiempo debido a las negociaciones de concesión y los mecanismos de fijación de tarifas”.
Incluso en Estados Unidos, las empresas a veces pueden salir de la bancarrota con las acciones intactas. Por ejemplo, PG&E Corp., la matriz de la empresa de servicios públicos Pacific Gas & Electric, se declaró en bancarrota en 2019 agobiada por el costo de los acuerdos de incendios forestales. No hubo una liquidación entre los accionistas, porque podría decirse que no era técnicamente insolvente sino que solo enfrentaba un problema de liquidez debido a los acuerdos legales.
Apuestas riesgosas
La nueva junta directiva de Light, que incluye a Tanure, recurrió al banco de inversión local BR Advisory Partners Participações SA para que la asesore en las conversaciones con los acreedores, y se espera que las negociaciones con los tenedores de bonos locales continúen en las próximas semanas, según personas familiarizadas con el asunto. Otros grandes accionistas de la empresa de servicios públicos incluyen al inversionista en renta variable Ronaldo Cézar Coelho y al multimillonario cofundador de 3G Capital Partners Ltd. Carlos Alberto Sicupira.
Aun así, la aprobación de un plan de recuperación no necesariamente eliminará las “preocupaciones materiales” sobre el crédito, según Filipe Botelho, analista de crédito de Lucror Analytics, y agregó que la renovación de la concesión operativa de la empresa de servicios públicos antes de la fecha límite y en mejores términos no se puede dar por hecho.
“Actualmente, vemos un potencial alcista limitado para los bonos en dólares, con riesgos no solo por la exposición a términos de reestructuración adversos, sino también por fundamentos poco claros”, dijo Botelho. “Si bien no es atractiva para los tenedores de bonos, la propuesta es un primer intento y las negociaciones podrían evolucionar positivamente”.