Volkswagen AG advirtió que su ambicioso plan de ofrecer una versión eléctrica de cada modelo costará más de lo que había estimado, lo que ha obligado al mayor fabricante de automóviles del mundo a ampliar una iniciativa de eficiencia para cumplir con las necesidades de gasto.
VW originalmente había estimado que el cambio a las baterías tendría un costo de 20.000 millones de euros (US$23.000 millones). Ahora el máximo ejecutivo, Herbert Diess, dice que esto no será suficiente, sin proporcionar una nueva cifra. La compañía necesita reducir más los gastos para poder invertir en la tecnología del futuro y afrontar las crisis, señaló.
"La carga para nuestra empresa, como el costo de sacar al mercado autos eléctricos, será más alto de lo esperado", dijo Diess en una entrevista conjunta con el jefe del consejo laboral, Bernd Osterloh, en el boletín interno de VW. "Esto ocurre especialmente porque algunos de nuestros competidores han avanzado más".
"Esto ocurre especialmente porque algunos de nuestros competidores han avanzado más".
Las necesidades de gasto récord para desarrollar líneas de autos eléctricos que cumplan con la estricta normativa sobre emisiones están afectando los resultados de los fabricantes de automóviles. Daimler AG, el fabricante de Mercedes-Benz, dijo la semana pasada al presentar su primer auto de batería independiente en Estocolmo, que sus desembolsos para una gama de modelos de 10 autos exclusivamente eléctricos para el 2022 serán mayores que los 10.000 millones de euros estimados en un comienzo. Volkswagen, cuya marca Audi presentará su crossover e-tron eléctrico en San Francisco la próxima semana, planea agregar unas 300 versiones de coches híbridos y de batería para el 2030.
Desde el emblemático pacto laboral de 2016, la compañía con sede en Wolfsburg ha comenzado a cosechar los frutos de la reorganización de su extenso universo de 12 marcas y ha aumentado la rentabilidad en su marca homónima. El beneficio operativo antes de partidas especiales del grupo aumentó el año pasado a 7,4 por ciento de las ventas desde un 6,4 por ciento el 2016. Un rendimiento operativo del grupo de hasta un 8 por ciento permitiría que la compañía capee los tiempos difíciles, dijo el directivo.
"Necesitamos mayores ganancias para financiar nuestro futuro", señaló Diess. "El cuatro por ciento es un mínimo, del 5 por ciento al 6 por ciento permite algunas inversiones futuras y con un 7 por ciento a 8 por ciento estamos listos para una crisis".