En un importante esfuerzo para estabilizar los golpeados mercados financieros, China se comprometió a aliviar las medidas regulatorias, apoyar a las empresas inmobiliarias y tecnológicas y estimular la economía.
El Gobierno debe “introducir activamente políticas que beneficien a los mercados”, según se dijo en una reunión del principal comité de política financiera de China, presidida por el viceprimer ministro, Liu He, máximo responsable económico del país. Este compromiso de considerar los intereses de los inversionistas se produce después de una venta masiva que afectó a las acciones nacionales debido a los temores sobre los riesgos para el crecimiento y la estricta regulación de las empresas inmobiliarias y de internet.
La reunión ofreció a los inversionistas la seguridad de que la fuerte presión a las empresas de internet estaba llegando a su fin y que el Gobierno evitará un colapso desordenado del mercado inmobiliario. El regulador bancario de China dijo tras la reunión que apoyaría a las compañías de seguros para que aumenten la inversión en los mercados de valores.
Los magnates chinos pierden miles de millones de dólares tras desplome de acciones
Las acciones subieron tras los anuncios. El índice Hang Seng China Enterprises se disparó un 13% al cierre en Hong Kong, la mayor alza desde 2008, recuperando casi la mitad de las pérdidas de este año. El índice CSI 300 de acciones continentales subió un 4,3%.
“La declaración abordó muchos temas en varios frentes, lo que es realmente inusual”, dijo Ding Shuang, economista jefe para la Gran China y el Norte de Asia de Standard Chartered Plc. “Las caídas tendieron a autocumplirse en parte por la falta de respuesta del Gobierno”, y un objetivo del Gobierno es probablemente romper esa inercia y estabilizar las expectativas del mercado, afirmó.
La declaración es una señal de ajuste después de meses en los que los mercados de capitales chinos fueron golpeados por políticas gubernamentales, que van desde la reducción del financiamiento a los promotores inmobiliarios hasta una amplia campaña regulatoria dirigida a los gigantes de internet como Alibaba Group Holding y Tencent Holdings. Las ventas se intensificaron en los últimos días, ya que el alza de los precios de la energía provocada por la invasión rusa a Ucrania y el aumento de los casos de coronavirus en China pusieron en duda la capacidad de Pekín para cumplir su objetivo de crecimiento económico.
La reunión del Comité de Estabilidad y Desarrollo Financiero concluyó que es necesario “impulsar la economía” en el primer trimestre y prometió a los inversionistas un alivio en varios frentes regulatorios. La política monetaria será proactiva en este trimestre y los nuevos préstamos crecerán adecuadamente, agregó.
Alza de la Fed
Haciéndose eco de las medidas de 2018, los comentarios fueron seguidos rápidamente por declaraciones del Banco Central, el organismo de supervisión bancaria y el regulador del mercado de divisas, que se comprometieron a implementar las políticas. La agencia de noticias Xinhua citó por separado a un funcionario no identificado del Ministerio de Finanzas que dijo que China no ampliará un juicio sobre los impuestos a la propiedad, eliminando otra preocupación para los inversionistas.
La serie de declaraciones se produjo poco antes de la esperada alza de tasas de interés por parte de la Reserva Federal que, según funcionarios chinos, podría alimentar las salidas de capital. Una mayor relajación monetaria por parte de China al mismo tiempo que la Reserva Federal endurece su política monetaria podría estimular las salidas, pero es un riesgo que los responsables políticos tendrán que asumir para apoyar la economía nacional.
El anuncio de este miércoles ofreció la declaración más contundente hasta ahora de que Pekín está flexibilizando su control sobre las plataformas de internet, diciendo que los esfuerzos para “rectificar” las empresas de plataformas de internet deben concluirse “tan pronto como sea posible”. También prometió a los inversionistas una mayor estabilidad política, después de un año en el que los mercados se vieron sorprendidos repetidamente por anuncios repentinos sobre reformas regulatorias.
Durante el último año, una serie de medidas políticas dirigidas a algunas de las empresas más valiosas del país golpearon a los inversionistas. Pekín advirtió que los operadores de plataformas podían abusar de su poder y socavar la competencia, y que los gigantes inmobiliarios estaban desestabilizando la economía.
En particular, los reguladores se han centrado en empresas inmobiliarias muy apalancadas como China Evergrande, el líder del comercio electrónico Alibaba Group Holding Ltd., que finalmente pagó una multa récord, y el gigante de la entrega de alimentos Meituan, que se vio obligado a reducir las tarifas que cobra a los restaurantes por la entrega y a mejorar el trato a sus conductores. El sector de las clases particulares en China se cerró en gran medida como parte de una campaña para reducir los costos de la educación.
“Cualquier política que tenga un impacto significativo en los mercados de capital debe coordinarse previamente con los departamentos de gestión financiera para mantener la estabilidad y coherencia de las expectativas políticas”, concluyó la reunión del comité financiero, según un informe de medios estatales.
Estados Unidos critica a China por impulsar teoría rusa de conspiración
En cuanto a la profunda caída del mercado inmobiliario chino, que comenzó el año pasado y ha llevado a los grandes promotores inmobiliarios al borde del colapso, la declaración pidió la introducción de un plan eficaz para prevenir y resolver los riesgos en torno a los promotores, así como políticas para ayudar a la industria a transformarse en un “nuevo modelo de desarrollo”.
El regulador bancario y de seguros de China dijo en un comunicado que guiaría a las compañías fiduciarias, de administración de patrimonio y de seguros para estabilizar los mercados de capital, apoyaría a las compañías de seguros para impulsar la inversión en acciones en empresas de alta calidad y ayudaría a los promotores inmobiliarios a adquirir proyectos de otros desarrolladores que experimentan dificultades financieras.