El mayor proveedor de carne del mundo se ha convertido en la víctima más reciente de un ciberataque, lo que representa una nueva amenaza para la seguridad alimentaria mundial, ya afectada por la pandemia de covid-19.
JBS SA desactivó sus redes informáticas de Norteamérica y Australia después de un ataque organizado el domingo a algunos de sus servidores, dijo la compañía por correo electrónico. Sin comentar sobre las operaciones en sus plantas, JBS dijo que el incidente podría retrasar ciertas transacciones con clientes y proveedores.
El ataque afectó dos turnos y detuvo el procesamiento en una de las plantas empacadoras de carne más grandes de Canadá, mientras que la compañía canceló todas las faenas de res y cordero en Australia, informó el sitio web de la industria Beef Central. También se cancelaron algunos turnos de faena y fabricación en Estados Unidos, según una publicación del sindicato en Facebook.
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Los piratas informáticos ahora tienen a los productos básicos en su punto de mira, y el ataque a JBS fue perpetrado solo tres semanas después de un ataque al operador del mayor oleoducto de EE.UU.
También ocurrió cuando la industria cárnica mundial lucha contra un persistente ausentismo por el covid-19 después de recuperarse de los brotes masivos del año pasado que causaron un cierre de las plantas e interrumpieron los suministros.
Planta canadiense
El ciberataque afectó el lunes a una planta de carne de res canadiense ubicada en Brooks, Alberta, a unos 190 kilómetros al este de Calgary, según Scott Payne, portavoz del sindicato local 401 de United Food and Commercial Workers Canada Union.
La planta corresponde a más de una cuarta parte de la capacidad de la nación y, según un anuncio de trabajo, procesa alrededor de 4.200 cabezas de ganado al día.
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Una planta de envasado de JBS en Belleville, Ontario, donde se prepara carne de res, cerdo y salmón para tiendas de comestibles, funcionaba normalmente, dijo Tim Deelstra, portavoz del sindicato local 175 de UFCW de Canadá.
En EE.UU., el sindicato 7 de UFCW publicó en Facebook que los turnos A y B de faena y fabricación habían sido cancelados para el 1 de junio. La membresía del sindicato 7 incluye a 3.000 trabajadores de JBS en Greeley, Colorado.
JBS, con sede en São Paulo, tiene plantas en 20 países.
Australia y Nueva Zelanda representan el 4% de los ingresos de la empresa, mientras que EE.UU. representa el 50% y Canadá, el 3%, según datos de la empresa. La compañía también tiene operaciones en Sudamérica y Europa.
Los servidores de respaldo no se vieron afectados y la compañía está trabajando activamente para restaurar los sistemas lo antes posible, según un comunicado emitido el lunes por la operación estadounidense de JBS.
El procesador dijo que no tiene conocimiento de que los datos de ningún cliente, proveedor o empleado se hayan visto comprometidos o mal utilizados.