El Banco Central Europeo todavía no puede decir que la inflación esté bajo control, ni siquiera después de desacelerarse más de lo previsto el mes pasado, según el vicepresidente de la entidad, Luis de Guindos.
Los datos “fueron una sorpresa positiva”, pero “los bancos centrales tienen que ser cautelosos”, dijo Guindos el lunes en Madrid. Si bien el “proceso de desinflación” es fuerte, advirtió: “estamos viendo aumentos salariales muy grandes” en algunas partes de la eurozona.
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La inflación en noviembre llegó al 2,4%, lo que sorprendió a los economistas y llevó a los inversionistas a descontar un 100% de probabilidades de un recorte de las tasas de interés en abril. Se espera que el BCE mantenga las tasas sin cambios la próxima semana en su última decisión de 2023.
Decisiones meditadas
Guindos mantuvo el mantra del BCE sobre el tema, y dijo que las decisiones se tomarían reunión a reunión y que dependen de los datos.
“Los costos laborales unitarios están aumentando en Europa y esa es una de las preocupaciones en cuanto la evolución futura de la inflación”, afirmó. “No podemos cantar victoria”.
Traducido por Bárbara Briceño.