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Preso en Japón

Por qué el caso Ghosn incomoda tanto al presidente Emmanuel Macron

Hace menos de dos semanas, el presidente francés elogiaba la alianza automotriz más grande del mundo. Galería de fotos

European Finance Ministers And Key Speakers At German Foundation Of Family Businesses
European Finance Ministers And Key Speakers At German Foundation Of Family Businesses | Bloomberg

Hace menos de dos semanas, Emmanuel Macron elogiaba la alianza automotriz más grande del mundo. El presidente de Francia estaba parado junto a Carlos Ghosn, responsable de Renault SA y Nissan Motor Co., en una fábrica del norte de Francia mientras anunciaban que la automotriz francesa fabricaría furgonetas para su socio japonés.

En lugar de dar otro paso hacia la reconciliación de un público francés a menudo reacio con la economía mundial, Macron ahora se enfrenta a las posibles consecuencias del conmocionante anuncio del lunes de que Nissan había despedido a Ghosn por presuntas irregularidades financieras. Y se trata de un ejecutivo con el cual Macron había tenido disputas anteriores.

Hasta ahora, el líder francés ha guardado silencio y sólo ha dicho que el gobierno debería estar “sumamente atento” a la estabilidad de la alianza Renault-Nissan. En realidad, las acusaciones tomaron por sorpresa a la junta directiva de Renault y a la gente de Macron, según personas con conocimiento del tema. Pero la presión aumenta para que el gobierno utilice su poder como accionista más poderoso de Renault.

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Las acusaciones tomaron por sorpresa a la junta directiva de Renault y a la gente de Macron

El ministro de Economía Bruno Le Maire dijo a una radio francesa que se necesitaba un líder interino mientras que los adversarios de Macron reclamaron que Ghosn deje Renault y criticaron la “irresponsabilidad” del gobierno en la supervisión de su participación del 15 por ciento en la compañía automotriz.

En tanto Ghosn está detenido por las autoridades japonesas y ambos fabricantes de autos tratan de vislumbrar qué ocurrirá ahora, el escándalo ha tenido repercusiones en todo el mundo. Sin embargo, en Francia, la importancia de Renault en la historia industrial es enorme y ayuda a explicar las posibilidades de que haya consecuencias políticas.

Muy francesa

Renault, que da empleo a 48 mil personas en el país, fue nacionalizada después de la Segunda Guerra Mundial e incorporó a varias compañías automotrices francesas. Su fábrica de Billancourt en la periferia de París fue escenario de grandes conflictos laborales antes de su cierre en 1992.

Durante sus casi 20 años de alianza, Nissan ha llegado a ser el más grande de los dos socios principales, pero tiene menos voz y voto. Renault posee poco más del 43 por ciento de Nissan, mientras que la compañía japonesa tiene una participación de 15 por ciento en el socio francés. Este también tiene plenos derechos de voto en la alianza, mientras que Nissan no tiene ninguno.

Esa estructura asimétrica siempre fue un punto de disputa entre los franceses y los japoneses. También había tensión entre el gobierno francés y Ghosn desde que Macron fue la punta de lanza de la compra de una participación hace tres años, cuando era ministro de Economía, para adquirir derechos de voto adicionales. Fue una medida que tomó a Ghosn por sorpresa y a la que este se opuso.

La pregunta ahora es qué influencia tendrá el escándalo en el presidente francés. Aun cuando la presunta evasión impositiva de Ghosn parece estar centrada en Japón, el tema de cuánto pagan los ricos es un tema sensible en Francia.

C. P.