El Gobierno entrante de México dijo que no se ha llegado a un acuerdo con Estados Unidos sobre el tratamiento de los migrantes que intentan cruzar a ese país desde México -negando informaciones que sugerían que se había llegado a un acuerdo de este tipo- pese al cierre de un transitado cruce fronterizo el domingo.
Cargos de la frontera de Estados Unidos cerraron temporalmente el puerto de entrada de San Ysidro entre Tijuana y San Diego, uno de los cruces fronterizos más concurridos del mundo, "para garantizar la seguridad pública". Los agentes estadounidenses dispararon varias rondas de gases lacrimógenos a los migrantes, entre los que había niños, después de que algunos intentaran atravesar una valla, según informó Associated Press.
Según las autoridades, unos 8.200 migrantes de las llamadas caravanas que se dirigen hacia Estados Unidos desde América Central se encuentran ahora en México, dijeron las autoridades. El presidente Donald Trump ha prometido cerrar la frontera sur con fuerza letal de ser necesario, y ha pedido a México que intervenga.
Jesús Ramírez, portavoz del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, comentó sobre un posible acuerdo el domingo mediante mensaje de texto, un día después de la publicación de informaciones de que México permitirá que Washington use el país como, esencialmente, sala de espera para miles de solicitantes de asilo de América Central que esperan presentar sus casos.
’Muy inteligente’
Previamente, Trump había dicho que sería "muy inteligente" por parte de México frenar a los grupos de migrantes centroamericanos antes de llegar a la frontera sur de Estados Unidos y nuevamente culpó a los demócratas por los problemas de inmigración de Estados Unidos, sin ofrecer datos.
Según el supuesto acuerdo, informado inicialmente por el Washington Post, los migrantes centroamericanos tendrían que esperar en México hasta que sus reclamaciones pasen por los tribunales de Estados Unidos antes de cruzar la frontera. El periódico informó que Estados Unidos y el nuevo Gobierno de México han llegado a un marco de acuerdo, aunque algunos detalles aún tienen que concretarse.
Si avanza, el acuerdo introduciría nuevas barreras para los migrantes centroamericanos que intentan llegar a Estados Unidos, informó el periódico, citando a cargos mexicanos y miembros principales del equipo de transición de López Obrador.
Sería una victoria para los asesores de inmigración de línea dura dentro de la Administración de Trump. Sin embargo, podría causar dolores de cabeza al Gobierno de izquierda entrante en Ciudad de México, a unos días de asumir oficialmente las riendas del país el 1 de diciembre, tras ganar las elecciones en julio.
Trump cierra la frontera con México y autoriza el uso de la "fuerza letal"
El plan, que se conocerá como "Quédense en México", requeriría que los solicitantes de asilo en la frontera permanezcan en México mientras se procesan sus casos, lo que podría poner fin al sistema de Trump que hasta ahora ha permitido que los que solicitan asilo esperen en suelo estadounidense, más seguro, según el Post.
Trump dijo por Twitter el sábado por la noche que no se permitiría la entrada de migrantes en la frontera de Estados Unidos hasta que los tribunales estudien sus casos, un proceso generalmente largo. Nuevamente amenazó con cerrar la frontera sur del país "si fuera necesario". Trump no comentó sobre los detalles de un acuerdo con México.
Migrants at the Southern Border will not be allowed into the United States until their claims are individually approved in court. We only will allow those who come into our Country legally. Other than that our very strong policy is Catch and Detain. No “Releasing” into the U.S...
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 24, 2018
....All will stay in Mexico. If for any reason it becomes necessary, we will CLOSE our Southern Border. There is no way that the United States will, after decades of abuse, put up with this costly and dangerous situation anymore!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 24, 2018
Olga Sánchez Cordero, próxima secretaria de Interior de México dijo al Post que por ahora México estaba de acuerdo con la política de quedarse en México, y agregó que la solución a medio y largo plazo es que las personas no migren.
Más tarde pareció dar marcha atrás, y dijo a Associated Press que no había ningún tipo de acuerdo entre el Gobierno mexicano entrante y la Administración de Estados Unidos.
Si el plan siguiese adelante, podría disuadir a las personas de intentar migrar a Estados Unidos desde América Central a través de México. Trump ha desplegado efectivos militares en California, Arizona y Texas en las últimas semanas, y amenazó con cerrar los cruces fronterizos después de que miles de migrantes que viajaban en una llamada caravana forzaron su paso a tierra mexicana el mes pasado.
Es probable que demócratas y los activistas de derechos humanos critiquen la estrategia de quedarse en México. En el pasado han expresado su preocupación a que tal medida pueda poner en riesgo a los migrantes y dificultar la solicitud de asilo. Las nuevas medidas también podrían desencadenar nuevos procedimientos legales.