La Reina se pronuncia sobre el Brexit y el Reino Unido escucha
A pesar de ser la jefe de estado del Reino Unido, la Reina Isabel II nunca habla de política.
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Photographer: Sean Gallup/Getty Images
Thomas Penny
A pesar de ser la jefe de estado del Reino Unido, la Reina Isabel II nunca habla de política. Excepto cuando sí lo hace.
Sus asesores la mantienen cuidadosamente por encima de la lucha política, y sus audiencias semanales con la primera ministra son asuntos estrictamente privados. Sin embargo, cuando quieren transmitir su mensaje al público, saben cómo hacerlo.
En un discurso esta semana a su grupo voluntario local, Women’s Institute, habló de la virtud de "hablar bien unos de otros y respetar diferentes puntos de vista, reunirse para buscar terreno común y nunca perder de vista el panorama más amplio".
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En una nación en guerra consigo misma por el brexit, supervisada por un Parlamento dividido por facciones e incapaz de decidir la mejor manera de avanzar, su mensaje difícilmente podría haber sido más claro. Y no es la primera vez.
Antes del referéndum de independencia de Escocia en 2014, la Reina dijo a sus simpatizantes que se encontraban fuera de una iglesia cerca de su hogar escocés que esperaba que "la gente piense muy detenidamente sobre el futuro", un comentario ampliamente interpretado como una petición para que los votantes optaran por no salir del Reino Unido.
El Palacio rápidamente insistió en que no había querido decir nada de eso. Pero el primer ministro David Cameron reveló durante un viaje a Nueva York que la reina había sonado complacida por teléfono al escuchar el resultado, una violación del protocolo que confirmaba claramente de qué lado estaba.
El poder de la intervención real no se perdió en aquellas campañas para sacar al Reino Unido de la Unión Europea en el referéndum de 2016. El exviceprimer ministro Nick Clegg acusó al reconocido activista de la campaña para salir, Michael Gove, de planear la filtración de una conversación que condujo al infame titular de "La Reina respalda el brexit" en el periódico Sun, poco antes de la votación.
Una vez más, el palacio negó que la Reina hubiera tomado una posición. Ahora, los políticos de todos lados acuden a la Reina para ayudar a sanar las divisiones.
