La primera reunión de política con Christine Lagarde como presidenta del Banco Central Europeo comenzó con llamados a “vigilar” la eficacia de las medidas de estímulo actuales, incluso en un momento en que los funcionarios acordaron mantener su postura por ahora.
Algunos miembros del Consejo de Gobierno “destacaron la necesidad de estar atentos a los posibles efectos secundarios de las medidas actuales de política monetaria, que ameritaron una estrecha supervisión en el próximo período”. Según un informe de la discusión del 11 y 12 de diciembre publicada el jueves en Fráncfort, los funcionarios destacaron que “se debe dar tiempo a las medidas para ejercer su pleno impacto en la economía de la zona del euro”.
El euro alcanzó un nuevo día al alza tras la publicación. Subió 0,1% a las 1:40 p.m. hora de Fráncfort para cotizar a US$1,1165.
El Consejo de Gobierno no realizó modificaciones de estímulo en diciembre para poner atención a la conferencia de prensa de Lagarde y sus planes para que el BCE revise su estrategia. Uno de los temas clave que los encargados de política monetaria pretenden evaluar es su objetivo de inflación, con mayores detalles que se revelarán más adelante este mes, cuando la revisión esté lista para ser presentada formalmente.
Uno de los temas clave que los encargados de política monetaria pretenden evaluar es su objetivo de inflación
La reunión comenzó antes de lo habitual el 11 de diciembre y estuvo marcada por el compromiso de permitir que cada miembro exprese sus puntos de vista, según los funcionarios que se han referido al tema desde la discusión. Lagarde sucedió en el cargo a Mario Draghi el 1 de noviembre y ha intentado reparar puentes después del anuncio de un controvertido paquete de estímulo en septiembre que incluía un recorte de la tasa de interés y nuevas compras de bonos.
Se expresó cierta preocupación con respecto al impacto de la política de tasa de interés negativa del BCE, según el informe.
“Se recordó que las políticas macroprudenciales eran la primera línea de defensa para enfrentar riesgos y efectos secundarios, ya que podían adaptarse a los problemas identificados”. Al mismo tiempo, “la implementación de la política monetaria también podría ajustarse para reducir efectos secundarios no deseados”.
Los miembros del Consejo de Gobierno observaron “algunos signos iniciales de estabilización en la desaceleración del crecimiento” y expresaron su confianza en que la caída de la industria podría despegar antes de crear efectos indirectos más amplios para la demanda interna.
Se recordó que las políticas macroprudenciales eran la primera línea de defensa para enfrentar riesgos y efectos secundarios, dice el informe
Desde que los funcionarios concluyeron en diciembre que la situación geopolítica mundial no era “propicia para reducir la incertidumbre” a corto plazo, los últimos indicadores económicos han señalado una mejora en el sentimiento. Estados Unidos y China firmaron un acuerdo comercial y el Reino Unido está un paso más cerca de retirarse de la Unión Europea.
Con respecto a la evolución de los precios, “se deben hacer más esfuerzos para tratar de comprender mejor las razones detrás de la inesperada debilidad de la inflación”, según el informe.
El BCE sugirió que podría haber un potencial alcista en sus últimas proyecciones. “El impacto de las medidas de política monetaria del BCE en el crecimiento y la inflación contenidos en las proyecciones del personal de diciembre de 2019 se consideró bastante conservador en comparación con una serie de estimaciones de diferentes modelos”.
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Los funcionarios también discutieron las políticas relacionadas con el clima y acordaron que era necesario comprender mejor su impacto económico. “Se argumentó que, si bien tales políticas podrían considerarse un shock de oferta negativo, la respuesta al cambio climático también podría conducir a una inversión significativamente mayor”.
Expresaron su satisfacción con la implementación de su sistema de dos niveles para la remuneración de las reservas y advirtieron contra la interpretación excesiva de una aceptación relativamente débil en la última oferta de préstamos a largo plazo del BCE.