El real brasileño subió después de que el expresidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva, favorito en la carrera presidencial de este año, dijera que le gustaría tener como compañero de fórmula al exgobernador de São Paulo Geraldo Alckmin.
“Tenemos divergencias, y diferentes visiones del mundo, pero no tendré problema en hacer papeleta con Alckmin para ganar las elecciones y gobernar este país”, dijo Lula el miércoles a sitios web locales, y agregó que buscará el apoyo de los partidos de centro e incluso de centro-derecha. Es la primera vez que llega a sopesar públicamente una alianza con la derecha en su candidatura.
El real se fortaleció un 1,6% a 5,479 por dólar, liderando las ganancias entre las monedas de mercados emergentes, ya que los inversionistas consideraron una posible alianza con Alckmin como una señal de que Lula se inclinará hacia políticas más moderadas si es elegido.
“Reduce la probabilidad de que el programa de Lula sea radical”, dijo Juan Prada, estratega de divisas de Barclays Capital. “Si está buscando alianzas con centristas, gente no sea contraria al mercado, eso es positivo”.
Lula sopesa vicepresidente centrista antes de la elección en Brasil
Los inversionistas prestan cada vez más atención a las elecciones de octubre en Brasil, que podrían marcar el regreso de Lula, después de que las elecciones latinoamericanas del año pasado llevaran al poder a otros líderes de izquierda en Chile y Perú. Alianzas con partidos más moderados probablemente acercarían el posible Gobierno de Lula al centro.
De hecho, Lula y Alckmin se enfrentaron en la carrera presidencial de 2006: el izquierdista ganó y Alckmin quedó en segundo lugar. El exgobernador abandonó el año pasado el centrista Partido de la Social Democracia Brasileña en medio de conversaciones para unirse a una candidatura liderada por su antiguo oponente. Durante esas negociaciones, mostró su temor al conocer el interés de Lula por revertir una reforma laboral recientemente aprobada, solo para que los colaboradores del expresidente le dijeran que no se tomaría ninguna decisión sin consultar a los aliados.
En sus comentarios del miércoles, Lula también dijo que el banco central debe trabajar para Brasil, no para el presidente, y agregó que tiene la intención de comunicarse con el banco para discutir las perspectivas del país.
Una encuesta del 12 de enero mostró que el 44% de los brasileños apoyaría a Lula en un enfrentamiento cara a cara con el presidente Jair Bolsonaro, ya que la pandemia y la recesión económica han deteriorado la popularidad del actual mandatario.
ED