El medio de comunicación alemán Welt contrató a Marina Ovsyannikova, la periodista que el mes pasado interrumpió el noticiero más visto de la televisión rusa con una protesta contra la guerra en una crítica pública poco habitual a la invasión del presidente Vladímir Putin a Ucrania.
Ovsyannikova, de 43 años, se desempeñará como corresponsal independiente del periódico Welt y su canal de televisión reporteando desde Rusia y Ucrania, según un comunicado divulgado el lunes por la empresa matriz, Axel Springer SE.
Ovsyannikova era productora del canal estatal ruso Channel One cuando interrumpió su emblemático programa de noticias Vremya con un cartel que exigía el fin de la guerra. La mantuvieron detenida durante 14 horas y fue multada con 30.000 rublos (US$370).
Rusia multó y liberó a la periodista que protestó al aire contra la invasión a Ucrania
El Kremlin ha tomado fuertes medidas contra los medios desde el comienzo de la guerra en febrero. Prácticamente todos los medios independientes de Rusia se han visto obligados a cerrar o mudarse al extranjero, mientras que las autoridades prohibieron Facebook e Instagram en un esfuerzo por controlar el acceso a la información.
El aliado de Putin Vyacheslav Volodin, presidente de la Cámara Baja del Parlamento, dijo el lunes en una publicación en su canal Telegram que sería “correcto” revocar la ciudadanía de las personas consideradas “traidoras”, mencionando específicamente a Ovsyannikova y su nuevo trabajo. La ley actual no permite revocar la ciudadanía ni prohibir el ingreso, señaló.
Un magnate ruso, el mejor amigo de Vladimir Putin, botín de guerra de Ucrania
Ovsyannikova, que habla ruso e inglés pero no alemán, según Axel Springer, publicó el lunes un artículo en el sitio web de Welt en el que decía que realizó su protesta porque “los principios morales eran más importantes que el bienestar, la tranquilidad y la vida ordenada”.
“La guerra en Ucrania fue un punto de no retorno y el silencio ya no era una opción”, escribió, y agregó que ha enfrentado un “acoso increíble” en las redes sociales, incluidas acusaciones de que trabaja para los servicios de inteligencia de Rusia o del Reino Unido.
“Todos buscan un significado oculto e inventan las teorías de conspiración más increíbles”, dijo. “Nadie quiere creer que fue la protesta emotiva de una ciudadana”.