Los ministros de energía de la Unión Europea pidieron al brazo ejecutivo del bloque que tome medidas urgentes para proporcionar liquidez a los operadores de energía golpeados por las masivas llamadas de margen y despojar a las empresas de energía de las ganancias extraordinarias, de modo que los fondos puedan se redirigidos a los consumidores en dificultades.
“Espero que podamos concluir las discusiones a fines de septiembre”, dijo a la prensa el ministro de Industria checo, Jozef Sikela.
Un grupo de ministros de energía europeos también está presionando para imponer topes a los precios de todo el gas importado en medio de la creciente desesperación del bloque por evitar que los aumentos de precios perjudiquen la economía.
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La idea de imponer un tope más amplio al precio del gas cobró fuerza durante las conversaciones después de que varios Estados miembros dejaran claro que no querían contemplar la idea de limitar exclusivamente el precio del gas ruso. Moscú ha dicho que cortará el suministro a cualquiera que se adhiera a un tope de precios. Al final, los ministros acordaron que era necesario seguir trabajando antes de introducir cualquier medida de este tipo.
Los ministros también debatieron formas de reducir la demanda, pero no llegaron a respaldar el pedido de la Comisión Europea de realizar recortes obligatorios.
“Volvimos a hablar muy intensamente del tope de precios”, dijo a la prensa Roberto Cingolani, ministro italiano de Transición Ecológica. “Quince países se pronunciaron claramente a favor de un tope de precios generalizado, sobre cualquier importación de gas, no solo de un operador o un país. Hubo tres que prefirieron tener un tope de precios solo para el gas ruso”.
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El primer ministro belga, Alexander De Croo, es uno de los partidarios de la idea. El tope debería ser temporal y “dinámico”, ofreciendo un margen sobre los precios asiáticos, que actualmente son solo la mitad de lo que pagan los clientes europeos, dijo el jueves en una entrevista. Esto dará tiempo para pensar en cómo reestructurar el mecanismo de precios de la electricidad para el futuro, añadió.
No está claro si los países proveedores aceptarán que se limiten sus ingresos, sobre todo en un momento en que el bloque está tratando de asegurar más suministros. Entre los principales proveedores se encuentran Noruega, Catar y Estados Unidos.
Una semana después de que Moscú cerrara repentinamente su principal oleoducto hacia Europa, el continente está cada vez más desesperado por frenar una crisis energética que amenaza con convertirse también en una crisis económica, social y financiera. Los Gobiernos nórdicos y el Reino Unido han tomado medidas por separado para evitar el contagio financiero, y el Reino Unido ha creado un fondo de último recurso de £40.000 millones (US$46.300 millones) para los operadores de energía.
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La reunión del viernes es solo el primer paso: los ministros pedirán a la Comisión que proponga una normativa detallada y luego los Gobiernos tendrán que dar su visto bueno. La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, pronunciará su discurso anual ante el Parlamento Europeo el 14 de septiembre.
Algunos ministros advirtieron que el bloque necesitará tiempo para llegar a un acuerdo sobre las distintas propuestas.
“Hay 27 estados con matrices energéticas completamente diferentes, con posiciones geográficas completamente diferentes, lo que significa veranos e inviernos más o menos pesados, con interconexiones completamente diferentes”, dijo Cingolani. “Hay que aceptar que, con una mezcla tan heterogénea de situaciones, lamentablemente es muy difícil encontrar la panacea, la solución que satisfaga a todos, rápidamente”.
