Meghal Karekar mira vídeos en el teléfono inteligente sin parar, adicción compartida por 200 millones de compatriotas indios que lleva a los gigantes mundiales del streaming a procurarle lo que desea.
“En todos los lugares a los que voy durante mi jornada de trabajo -los guardias de seguridad en las oficinas de atención al cliente, las recepcionistas, la gente que hace cola frente al ascensor-, todos están con la cabeza baja y los auriculares puestos”, dijo Karekar, arquitecto de 56 años de Bangalore. “India siempre ha sido loca por las películas pero el teléfono móvil está llevando la manía a otro nivel”.
En tanto crece la adopción de teléfonos inteligentes a la par de las redes capaces de transmitir videos de alta calidad, el naciente mercado indio está viendo un crecimiento explosivo que atrae a todos, de Netflix Inc. a Jeff Bezos y Rupert Murdoch. Éstos crean programación original, desarrollan contenido en idioma local y afinan sus estrategias de precio en este país de 1.300 millones de habitantes para conseguir que los consumidores paguen.
El mercado indio de servicios de vídeo de transmisión libre tenía un valor de sólo 21.500 millones de rupias (USD 296 millones) en el año que cerró en marzo, pero se prevé que crecerá un 45 por ciento anual hasta 2023, según KPMG. En comparación, se espera que Netflix, que obtiene alrededor de la mitad de sus ingresos en Estados Unidos, genere ventas por unos USD 15.000 millones este año.
En este momento, la plataforma líder es Hotstar, parte de 21st Century Fox Inc. de Murdoch, ayudada por los derechos sobre emisiones clave de partidos de cricket. Pero Prime Video de Amazon.com y Netflix están invirtiendo para conquistar usuarios.
“Prime Video es para India lo que es el envío en el mismo día o al día siguiente para EE.UU.”, dijo en una entrevista Amit Agarwal, director de Amazon para India. “Es un mercado único con 700 millones de usuarios telefónicos”.
El gigante del comercio electrónico de Bezos tiene 30 series originales en diferentes etapas de producción y muchas se estrenarán el año próximo. “Nuestros proyectos en cartera superan los de todo el resto”, dijo Agarwal.
Lo que atrae a las compañías de streaming no es sólo la gran cantidad de habitantes sino también la interacción que estos mantienen con sus teléfonos. Los indios miran contenido visual digital un promedio de 8 horas y 28 minutos por semana, lo que supera el nivel correspondiente a la TV, en tanto la cifra trepó 58 por ciento desde 2016, dice un estudio de la plataforma de distribución Limelight Networks.
Mientras los gigantes globales se pelean en India, surge la amenaza de otro posible ingresante en la figura del hombre más rico de Asia. Reliance Jio, del multimillonario Mukesh Ambani, que hasta agosto tenía casi 240 millones de usuarios de teléfonos inalámbricos, está adquiriendo los derechos de todo, desde telenovelas hasta películas de Hollywood y Juegos Olímpicos de Invierno, para los abonados a su red de telefonía móvil, en vías de convertirse en la más grande de India.
En el caso de Netflix, que está en casi la mitad de los hogares estadounidenses, India podría ser la clave de la expansión internacional a través de los próximos 100 millones de suscriptores nuevos. El máximo responsable Reed Hastings reconoce que India es un mercado difícil y esos nuevos usuarios no llegarán con facilidad.
“En India, ser un producto masivo requiere estar en 20 idiomas y también hacer ciertos tipos de contenido”, dijo Hastings en una entrevista. “Apuntamos a gente de posición holgada que se siente a gusto con el entretenimiento en idioma inglés”.
Amazon y Hotstar ofrecen abonos anuales por 999 rupias (US$13) mientras que los planes de Netflix parten de 500 rupias mensuales. Es mucho más barato de lo que un usuario estadounidense o europeo esperaría pagar, pero India es un país donde el salario medio es de unos pocos dólares diarios. Amazon también ofrece abonos mensuales de 129 rupias.