El nuevo presidente de Perú, Manuel Merino, nombró a un experimentado exministro de defensa para dirigir su gabinete mientras busca devolver la estabilidad a una nación en crisis. Merino, quien asumió la presidencia del país el martes 10 de noviembre, se convirtió en el tercer jefe de Estado en menos de cinco años.
Dado que el Congreso destituyó el lunes 9 de noviembre al expresidente, Martín Vizcarra, por acusaciones de corrupción, Perú ha vivido un caos. Esta sorpresiva destitución del líder más popular del país en décadas provocó protestas callejeras contra lo que algunos consideran una toma de poder por parte de la oposición.
“Tenemos una fuerte crisis económica, un desempleo galopante y una crisis sanitaria. No es el mejor momento para hacer experimentos”, dijo Flores Aráoz.
Por su parte, el nuevo jefe de gabinete se rehusó a revelar su elección para ministro de economía y finanzas y dijo que aún tiene que discutirlo con el presidente. Flores Aráoz no es una figura nueva en la política. Fue legislador de 1992 a 2006 con el conservador Partido Popular Cristiano de Perú, y presidente del Congreso de 2004 a 2005. Luego, se desempeñó como ministro de defensa durante el Gobierno de Alan García de 2007 a 2009, y perdió la carrera por la presidencia en 2016.
Además, el exministro de defensa criticó la reciente ola de políticas populistas del Congreso y dijo que continuará oponiéndose. “Tenemos una fuerte crisis económica, un desempleo galopante y una crisis sanitaria. No es el mejor momento para hacer experimentos”, expresó.
Quién es Manuel Merino, el nuevo presidente de Perú
La economía muestra el nivel de crisis que atraviesa el país. Los activos peruanos se desplomaron, con la moneda en un mínimo de 18 años, y los inversionistas se preparan para más complicaciones políticas, mientras el país se recupera de una de las recesiones económicas más profundas del mundo.
Desde que un nuevo Congreso asumió el cargo en marzo, con Merino como líder, la legislatura aprobó medidas que el gobierno de Vizcarra consideró imprudentes, como permitir que los peruanos acudan a ahorros de pensiones privados durante la pandemia y la presión para pagos de un fondo de pensiones estatal.
El martes pasado, Moody’s Investor Service, una agencia de calificación de riesgo, advirtió que parece poco probable que el nuevo gobierno se interponga a las iniciativas populistas del Congreso, las cuales podrían socavar la solvencia de Perú.
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Por su lado, JPMorgan Chase & Co. redujo su recomendación para las acciones peruanas, a infra ponderada desde sobre ponderada, dado que espera que la incertidumbre política aumente significativamente hasta las elecciones generales del 11 de abril.
“Los incentivos políticos parecen listos para avanzar con algunas de las iniciativas poco ortodoxas que el Congreso ha estado impulsando recientemente”, escribió el estratega Diego Celedón en una nota.