El peso argentino pasó de ser la moneda de mercados emergentes con peor desempeño en los primeros cinco meses del año a ostentar el mejor resultado en junio, en gran parte gracias a una simple decisión política.
El repunte comenzó el 11 de junio, cuando el presidente Mauricio Macri nombró a un líder opositor como su compañero de fórmula para las elecciones presidenciales de octubre, ampliando potencialmente sus opciones y reduciendo el riesgo de un retroceso a las políticas populistas del pasado.
La desaceleración de la inflación y la tasa de interés también ayudó a que este mes haya sido el tercer mejor para el peso desde diciembre de 2015, cuando el gobierno dejó que la moneda flotara libremente.
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