Los colombianos ricos y las exportaciones de energía son objeto de nuevos impuestos en el primer día de la Administración del presidente Gustavo Petro.
El Gobierno de izquierda entrante, que se posesionó el domingo, dijo que busca reducir la desigualdad y recaudar fondos para programas de lucha contra la pobreza.
El proyecto de ley enviado al Congreso el lunes propone un impuesto anual permanente a la riqueza del 0,5% sobre activos superiores a unos 2.700 millones de pesos (US$630.000), que se eleva al 1% sobre fortunas superiores a unos 4.600 millones de pesos.
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También introduciría un impuesto de exportación del 10% sobre el petróleo y el carbón, las dos mayores fuentes de ingresos de divisas del país, cuando sus precios estén por encima de una referencia internacional.
Las personas que ganan más de 10 millones de pesos (US$2.300) al mes pagarían impuestos más altos sobre sus salarios, pero los que ganan menos no se verían afectados, según el Gobierno.
El proyecto de ley busca aumentar el alcance de un impuesto al carbono existente, así como introducir nuevos gravámenes sobre bebidas azucaradas, alimentos ultraprocesados y plásticos de un solo uso.
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El proyecto de ley fiscal es una prueba clave de la fortaleza del nuevo Gobierno en el Congreso, luego de que Petro forjara alianzas con varios partidos allí para formar una coalición gobernante. Es probable que los legisladores cambien las medidas en los debates de las próximas semanas.
Se necesita más
La ley tiene como objetivo aumentar los ingresos fiscales de 2023 en el equivalente al 1,7% del producto interno bruto. Durante la campaña, Petro había pedido aumentos de impuestos equivalentes alrededor del 5% del PIB, por lo que los primeros aumentos de impuestos tienen un alcance relativamente modesto.
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El ministro de Hacienda entrante, José Antonio Ocampo, dijo que el ajuste fiscal está “claramente incompleto”.
Petro asumió el cargo con una deuda gubernamental cercana a niveles récord, lo que hará que sea un desafío para él cumplir con las promesas de más gasto en educación y asistencia social, al mismo tiempo que mantiene el déficit bajo control.
El ingreso fiscal de Colombia representan alrededor del 19% del PIB, el más bajo entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos después de México. La nación perdió su calificación crediticia de grado de inversión el año pasado.
