El petróleo se encamina a su racha más larga de pérdidas semanales desde marzo al tiempo que el presidente Joe Biden mantuvo a los inversionistas adivinando si tomará medidas para controlar los precios que han ayudado a avivar un aumento en la inflación estadounidense, perjudicando a los consumidores.
El crudo West Texas Intermediate caía un 1,9%, poniendo al crudo en vías hacia una tercera caída semanal. Biden está evaluando medidas entre las que se incluye la liberación de petróleo de las reservas estratégicas del país para tratar de reducir el costo de la gasolina en los surtidores, que ha alcanzado un máximo de siete años.
Durante varias semanas, un pequeño grupo de sus principales asesores ha discutido posibles medidas, según personas familiarizadas con el tema. El consenso ha sido difícil de alcanzar, dado que algunos funcionarios del Departamento de Energía se oponen a recurrir a las reservas estratégicas, mientras que los asesores de la Casa Blanca presionan para obtener una liberación, o incluso para detener las exportaciones de crudo de Estados Unidos.
El petróleo ha subido este año a medida que el consumo se recupera del impacto de la pandemia, contribuyendo a la inflación de precios al consumidor más rápida en EE.UU. en tres décadas. Frente a la creciente presión política para actuar, Biden está sopesando sus opciones de intervención a pesar de que la Administración de Información de Energía apuntó a saldos más débiles el próximo año.
El desafío al que se enfrenta Biden sobre el precio de la gasolina es particularmente evidente en California, el estado donde los conductores suelen pagar más por el combustible que en cualquier otro lugar de EE.UU. Los precios minoristas ahora promedian US$4,65 el galón, solo 2 centavos menos que el récord establecido en 2012, según datos de la AAA.
LM