La activista medioambiental Francia Márquez se convertirá en la primera vicepresidenta de raza negra de Colombia en un Gobierno electo sobre una plataforma de cambio radical.
La afrocolombiana Marquéz fue compañera de fórmula del presidente electo Gustavo Petro, quien asumirá como el primer líder izquierdista del país. Obtuvieron la victoria el domingo después de hacer campaña promoviendo un programa que incluye planes para alejar la economía de la producción de petróleo y carbón y reducir las desigualdades que se intensificaron durante la pandemia.
Es probable que Márquez, de 40 años, desempeñe un papel destacado en los esfuerzos de la Administración Petro para alejarse de los combustibles fósiles, incluidas las propuestas para poner fin a la concesión de licencias de exploración de petróleo que preocupan a inversionistas.
Francia Márquez será la primera vicepresidenta colombiana de raíces afro
“Este es el Gobierno de la gente, de las manos callosas”, dijo Márquez en su discurso de aceptación en Bogotá, mientras miles vitoreaban. “Vamos las mujeres a erradicar el patriarcado de nuestro país. Vamos por los derechos de nuestra madre tierra”.
Originaria de la vereda de Yolombó en las montañas del Cauca, en el suroeste de Colombia, se convirtió en activista a los 13 años cuando la construcción de una represa amenazó a su comunidad.
Quedó embarazada a los 16 años y se vio obligada a dejar la escuela para criar a su hijo, trabajando en la minería de oro artesanal a pequeña escala y luego como empleada doméstica mientras era madre soltera. Luego terminó la escuela y obtuvo un título como abogada.
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Amenazas de pandillas
Los afrocolombianos fueron traídos originalmente a la región como esclavos de África para trabajar en las minas de la época colonial. En 2014, Márquez organizó una marcha de 350 kilómetros de 80 mujeres a Bogotá para llamar la atención sobre el impacto que la minería ilegal de oro estaba teniendo en aquellas comunidades rurales donde los ríos estaban siendo contaminados con mercurio.
Su acción resultó en la eliminación de todos las mineras y equipos ilegales. Sin embargo, también llamó la atención de las pandillas que controlan el negocio y generó amenazas que la obligaron a huir en 2015. Tres años después, Márquez recibió el Premio Ambiental Goldman, apodado el Nobel Verde, por su trabajo en la lucha contra los proyectos de minería ilegal.
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Al elegir a Márquez como su vicepresidenta, Petro sumó peso al enfoque de su campaña en la redistribución de la riqueza y una economía verde. También favoreció sus posibilidades de victoria justo cuando la carrera parecía volverse en su contra.
Salieron a votar unos 1,2 millones de colombianos más que en la primera vuelta, lo que convirtió a Petro en el candidato con más votos de la historia. A Márquez se le atribuye haber ayudado a movilizar a los jóvenes que quieren luchar contra el cambio climático, además de atraer a mujeres y votantes negros.