Rusia advirtió airadamente que podría responder a las acciones "hostiles" de Israel después de que uno de sus aviones de reconocimiento militar fue derribado por error por fuerzas sirias que combatían un ataque de aviones de guerra israelíes.
El aumento de las tensiones se produjo un día después de que Rusia canceló una campaña contra la última gran zona controlada por la oposición en Siria, lo que evitó por el momento una escalada en una guerra que lleva siete años, después de que el presidente Vladimir Putin y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, llegaron a un acuerdo el lunes. Aun así, a diferencia de un incidente de 2015 en el que Turquía derribó un avión de guerra ruso y provocó una ruptura de un año en las relaciones, el Kremlin no dio ninguna señal de que el último episodio tendría consecuencias más amplias.
Desde que envió fuerzas para apoyar el régimen del presidente sirio, Bashar al-Assad, en 2015, Rusia ha sido un actor dominante en el conflicto, y a veces tiene problemas para administrar los intereses en competencia de las demás potencias que luchan allí. Rusia ha mantenido estrechos vínculos con Israel, a pesar de sus ataques regulares contra el régimen sirio respaldado por Moscú.
El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, culpó este martes a las acciones "irresponsables" de Israel por la muerte de los militares en una llamada con su homólogo israelí, Avigdor Liberman, según el ministerio. La cartera afirmó que las fuerzas sirias derribaron por error el avión de reconocimiento Il-20 con un misil antiaéreo S-200 mientras intentaban combatir un ataque aéreo israelí. Israel no hizo ningún comentario.
Impacto limitado
La pérdida del avión probablemente no tendrá un impacto duradero, dijo Alexander Shumilin, jefe del Centro de Análisis de Conflictos del Medio Oriente con sede en Moscú. "No fue un acto deliberado y no fue un ataque israelí el que derribó el avión, sino uno sirio". Israel ataca regularmente a objetivos que tienen respaldo iraní dentro de Siria, y por lo general Rusia se abstiene de tomar medidas.
El Kremlin está "extremadamente preocupado" por el derribo del avión, dijo el portavoz Dmitry Peskov, pero se negó a comentar más allá de la declaración del Ministerio de Defensa. Peskov agregó que el episodio no afectará el acuerdo "histórico" alcanzado el lunes en Idlib.
El pacto por Siria con Erdogan se produjo poco más de una semana después de que Putin rechazó el llamado del líder turco para un alto el fuego en la zona y es el ejemplo más reciente de los tensos malabarismos del Kremlin entre las facciones rivales en el conflicto sirio.
Como el régimen se acerca a Idlib, la última región importante controlada por la oposición, se han disparado las tensiones entre las potencias extranjeras involucradas en ese espacio de batalla abarrotado. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió sobre una "tragedia humana" y sus asesores amenazaron con una acción militar. Erdogan dijo que un ataque de las fuerzas sirias y sus partidarios iraníes causaría "un lago de sangre". Eso parece haber llevado a Putin a respaldar un compromiso que por lo menos suspende la ofensiva, pero traslada la carga de tratar con los miles de yihadistas escondidos en la región a Erdogan.
Los dos líderes anunciaron su acuerdo sobre Idlib tras negociar en el balneario de Sochi, en el Mar Negro. Solo se divulgaron detalles limitados. Ambos pactaron desplegar fuerzas para patrullar una nueva zona desmilitarizada que separe los efectivos sirios de los grupos de oposición dominados por yihadistas. Las fuerzas de Assad suspenderían su ofensiva, sostuvo Rusia.