El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, terminó de armar su equipo ministerial. Pero el mundo tendrá que esperar un poco más antes de descubrir quiénes son.
“El gabinete está definido”, dijo Fernández a una radio el martes, sin detallar ningún nombre. “Ya está todo elegido y estamos todos trabajando, lo presentamos el viernes a las 18 de la tarde”. El nuevo presidente asumirá el cargo el 10 de diciembre.
Durante las últimas semanas, argentinos e inversores han especulado sobre la identidad del nuevo ministro de Hacienda. Quien ocupe el cargo se enfrenta al desafío de revivir la débil economía de Argentina, la re negociación de US$57.000 millones de deuda con acreedores privados y la reestructura de una línea de crédito récord de US$56.000 millones con el Fondo Monetario Internacional.
En octubre, un asesor de Fernández dijo que el presidente entrante retrasaría el nombramiento de su equipo para evitar presionar demasiado a sus ministros antes de que asuman el cargo. Aún así, los expertos dicen que Argentina tiene poco tiempo y dinero, dados los principales pagos de la deuda que vencen en el primer semestre de 2020.
A falta de información concreta, abundan los chismes políticos en cafés argentinos y grupos de WhatsApp, e incluso circulan listas con los nombres de posibles ministros. Entretanto, el FMI está a la espera de algún tipo de plan.
La pregunta clave es cuánta influencia tuvo la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en la composición del gabinete. A pesar de haber dicho hace meses que su compañera de fórmula, la presidenta de Argentina de 2007 a 2015, tendría “cero” interferencia en el gabinete, el presidente electo indicó el martes que había recibido la cantidad justa de aportes. “Cristina influyó en el armado del gabinete lo que influye una persona de quien valoro su opinión”, dijo Fernández, y agregó que ella no “llenó de nombres propios el gabinete”.
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Aún así, el enfoque de Fernández ante el nombramiento de los arquitectos clave de su política económica no hace gracia a algunos.“Yo creo que a todos les preocupa. A los argentinos, a acreedores, a empresarios”, comentó Eduardo Levy-Yeyati, jefe de la firma de investigación argentina Elypsis, en una entrevista. “El tiempo juega en contra de una solución ordenada de la deuda que permita un pronto regreso al crecimiento”.
Los potenciales candidatos son los siguientes:
- Matías Kulfas: Exfuncionario del banco central con opiniones poco ortodoxas que sirvió en los Gobiernos de Fernández de Kirchner y tiene vínculos muy estrechos con Fernández.
- Guillermo Nielsen: Exsecretario de Finanzas de 2002 a 2005 en el Gobierno del presidente Néstor Kirchner, el difunto esposo de la vicepresidenta electa.
- Cecilia Todesca: Exfuncionaria del banco central muy cercana a Fernández, que también tuvo una temporada en el FMI.
- Martín Redrado: Antiguo presidente del banco central durante los dos gobiernos Kirchner, con opiniones ortodoxas.
- Emmanuel Álvarez Agis: Exdiputado del Ministerio de Hacienda durante el segundo mandato de Kirchner.
- Martín Guzmán: Profesor argentino en la Universidad de Columbia cuyos estudios se han centrado en la reestructuración de la deuda.