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Un brote entre agricultores sería catastrófico: F. Wilkinson

No hay evidencia de que la COVID-19 se transmita por los alimentos o sus empaques, de acuerdo con las agencias de salud federales de EE.UU. Cómo prospere el virus entre los trabajadores de la industria de la alimentación es otra cosa.

"Essential" Workers  Keep American Life Going During Coronavirus Pandemic
"Essential" Workers Keep American Life Going During Coronavirus Pandemic | Photographer: Brent Stirton/Getty Images North America

No hay evidencia de que la COVID-19 se transmita por los alimentos o sus empaques, de acuerdo con las agencias de salud federales de EE.UU. Cómo prospere el virus entre los trabajadores de la industria de la alimentación es otra cosa.

Por ley, los fabricantes de alimentos deben impedir que cualquier persona enferma o con un mal transmisible maneje, procese o prepare comida para el consumo humano. Sin embargo, buena parte de la cadena de suministro de alimentos se compone de trabajadores con bajos salarios, muchos de ellos inmigrantes indocumentados sin muchos vínculos con los servicios de salud.

Pew Research Center calcula que aproximadamente una cuarta parte de los trabajadores agrícolas en EE.UU. son indocumentados. Una encuesta del Departamento de Trabajo de EE.UU. estima que la proporción de trabajadores indocumentados está más cerca de la mitad. La industria del procesamiento de alimentos también tiene altos números de trabajadores indocumentados, al igual que muchas de las principales tiendas y restaurantes de comidas rápidas en el país.

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La comunidades agrícolas de inmigrantes suelen ser cerradas, y sus trabajadores suelen vivir y trabajar muy cerca unos de otros. Como señala Western Growers Association de California, "el distanciamiento social es difícil, tal vez imposible, en ciertos entornos como la cosecha, el transporte (de los trabajadores) y la vivienda". Un agricultor californiano le dijo a la Radio Pública Nacional que si el coronavirus penetra la comunidad agrícola, "se propagará como el fuego".

California, el estado agrícola más grande de EE.UU., tomó medidas rápidamente contra el virus. Fue el primer estado en ordenar a sus residentes quedarse en casa, el 19 de marzo. Por ahora, las muertes por COVID-19 en California están aumentando a una tasa más lenta que en Nueva York, duplicándose cada tres o cuatro días, en vez de cada uno o dos. No obstante, los trabajadores de las granjas, al igual que los que trabajan procesando pollos o llenando estanterías en las tiendas, no pueden trabajar desde casa.

Peor aún, los trabajadores indocumentados están en "alto riesgo" de no contar con seguros, de acuerdo con un informe de Kaiser Family Foundation. Además, los trabajadores sin seguro tienen menos probabilidades de acudir al médico o a una clínica cuando están enfermos, o de tener una fuente regular de cuidado de la salud.

Los granjeros de frutas y vegetales, particularmente, se han quejado de la escasez de mano de obra en los últimos años. La fuerza laboral agrícola está envejeciendo, el trabajo es duro y, hasta el brote de coronavirus, el desempleo era bajo. Las políticas migratorias del presidente Donald Trump han reducido aún más la mano de obra, a la vez que han dificultado el acceso de los inmigrantes a los servicios de salud pública. Los robots no vendrán al rescate de la industria pronto.

No hay escasez de alimentos en EE.UU., y probablemente no la habrá. Se cultiva en los 50 estados y en Puerto Rico. Ahora bien, el milagro logístico que representa la cadena de suministro estadounidense ya está en peligro por las compras de pánico en las tiendas y la enorme perturbación en los mercados, incluidos miles de restaurantes cerrados de repente (no es fácil redirigir a los mercados la comida que estaba destinada a los restaurantes). La cadena de suministro podría verse aún más debilitada por brotes de coronavirus entre trabajadores agrícolas.

La semana pasada, la Administración Trump relajó las reglas para los trabajadores agrícolas invitados. Dice que ha suspendido los arrestos migratorios en hospitales, aunque no está claro que el anuncio tranquilice a los inmigrantes indocumentados. Los hospitales rurales recibirán ayuda del paquete de rescate aprobado por el Congreso la semana pasada.

Sin embargo, esas acciones difícilmente llenarán los vacíos en la producción y la distribución si el coronavirus arrasa con el sector agrícola. "Podría tener un efecto devastador en la capacidad para producir comida", asegura Dale Moore, vicepresidente ejecutivo de American Farm Bureau Federation.

Si bien los granjeros están tomando precauciones de seguridad, promoviendo el distanciamiento social y una mejor higiene, hay pocos planes de contingencia para la mano de obra en caso de brotes significativos. ¿Cómo se reemplazará la mano de obra, incluido el trabajo especializado? "En realidad, dice Moore, parece un trabajo en proceso".