Venezuela está a la espera de un inusual envío de gasolina que podría ofrecer una semana de alivio a la escasez a nivel nacional, la cual ha llevado a los soldados a vigilar las gasolineras en Caracas y otros lugares.
Está previsto que dos buques, cada uno con una carga de 350.000 barriles de gasolina de alto octanaje, lleguen al país el 12 de abril, según dos fuentes con conocimiento del asunto. Los cargamentos deberían aliviar brevemente una crisis de combustible que ha asolado el campo durante años y la capital desde mediados de marzo.
La escasez de combustible es el resultado de una recesión económica de siete años, una industria petrolera en crisis y las sanciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela, que en gran medida han reducido las importaciones de gasolina en la nación latinoamericana. Ahora, con el país bajo medidas de aislamiento debido a la pandemia de coronavirus, la escasez de gasolina hace que sea imposible transportar alimentos y suministros médicos muy necesarios.
PDVSA, la compañía estatal que proporciona la mayor parte del combustible del país, no respondió a múltiples solicitudes de comentarios.
El vicepresidente de Economía venezolano, Tareck El Aissami, anunció un programa de suministro de combustible la semana pasada, pero no proporcionó ningún detalle. La demanda se redujo desde 180.000 barriles al día el año pasado a 90.000 barriles por día debido al aumento de las personas en aislamiento, dijo el consultor Nelson Hernández.
El cargamento de gasolina más reciente llegó a finales de febrero, según personas con conocimiento de la situación y datos de seguimiento de embarcaciones recabados por Bloomberg. Cuando las gasolineras se quedaron sin combustible, muchas tuvieron que cerrar. A mediados de marzo, el Ejército asumió el control de las pocas que seguían abiertas con suministros. Los venezolanos en Caracas y el resto del país tienen que hacer cola durante largas horas antes de llenar una cantidad limitada por vehículo.