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Venezuela desmantela oleoductos y paga servicios con chatarra

La capacidad de Venezuela para producir gasolina y diésel propios depende de sola una zona petrolera. Para poder acceder a ella, el régimen de Nicolás Maduro está dispuesto a canibalizar la infraestructura energética en ruinas del país para pagar a los contratistas con chatarra.

Venezuela Announces Fuel Price Hike In Historic Policy Shift
Venezuela Announces Fuel Price Hike In Historic Policy Shift | Photographer: Carlos Becerra/Bloomberg

La capacidad de Venezuela para producir gasolina y diésel propios depende de sola una zona petrolera. Para poder acceder a ella, el régimen de Nicolás Maduro está dispuesto a canibalizar la infraestructura energética en ruinas del país para pagar a los contratistas con chatarra.

A diferencia del crudo similar al alquitrán de la región venezolana del Orinoco, el petróleo ligero del estado de Monagas es el único que es fácil de procesar en combustible en las antiguas refinerías del país. También es la única región donde la producción no requiere la ayuda de socios cautelosos con las sanciones.

Entonces, mientras Estados Unidos está considerando medidas adicionales para frenar las importaciones de combustible del país, Petróleos de Venezuela SA, productor estatal que tiene problemas de liquidez, ofrece pagar reparaciones importantes en estaciones de bombeo y plantas de compresión en Monagas con chatarra y partes de instalaciones petroleras inactivas, dijeron personas familiarizadas con la situación, que pidieron no ser identificadas porque la información no es pública.

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La medida sigue a los intentos fallidos de obtener US$800 millones en financiamiento de proveedores, pagaderos con crudo y combustible, dijeron las personas. PDVSA sigue ofreciendo pagar en crudo o combustible, dijeron, pero las sanciones complican esas transacciones y no se ha decidido nada.

Hasta ahora, el país ha dependido de los envíos de Irán para aliviar la escasez de combustible que a menudo obliga a los venezolanos a hacer cola durante horas e incluso días para llenar sus estanques, mientras que muchas estaciones de servicio en Caracas se ven obligadas a cerrar o a racionar el combustible.

La perspectiva de un empeoramiento de la escasez, el aumento del aislamiento internacional y el creciente malestar social tiene a PDVSA luchando por revivir una red de refinamiento paralizada por años de mala gestión y pillaje por parte de bandas criminales. Impulsar la producción y el procesamiento de crudo liviano de Monagas es la mejor oportunidad del país para asegurar de alguna forma el suministro de combustible nacional.

El productor ya ha comenzado a desmantelar algunas instalaciones para tratar de vender chatarra, dijo una de las personas, pero no está claro qué y cuánto se ha vendido.

PDVSA se negó a comentar sobre las discusiones con los contratistas.

La producción de Monagas podría volverse aún más importante para Maduro en los próximos meses si nuevas sanciones estadounidenses apuntan al trueque de Venezuela por gasolina y diésel con sus clientes restantes en Asia y Europa. Sin esos proveedores, Venezuela dependerá casi por completo de un grupo cada vez menor de vendedores que eluden las sanciones sobre las importaciones de gasolina.

El Gobierno de Trump ha endurecido gradualmente las sanciones a la industria petrolera de Venezuela para facilitar el cambio de régimen, una perspectiva que se ha vuelto más difícil de alcanzar, al tiempo que la oposición de Venezuela está dividida sobre si participar en las elecciones del Congreso en diciembre. Cualquier éxito en revivir, o simplemente estabilizar, campos petroleros y refinerías le dará a Maduro una ventaja adicional para permanecer en el poder.

Desde un máximo de casi 1 millón de barriles por día en 2008, la producción de Monagas se ha desplomado a 114.000 barriles diarios a finales de agosto. Esa cifra representa alrededor de un tercio de la producción del país. Si bien los socios chinos y rusos continúan ayudando con la extracción en la región del Orinoco, el crudo en Monagas es tan fácil de producir que PDVSA nunca ha buscado la ayuda de empresas extranjeras.

Las sanciones han obligado a Venezuela a aceptar grandes descuentos al vender o intercambiar su producción de crudo restante. Diosdado Cabello, vicepresidente del partido gobernante, dijo que el país no ha recibido ningún pago en efectivo por petróleo desde finales de 2019.

“Este es un Gobierno que obtuvo casi US$100.000 millones de ingreso petrolero y hoy solo obtiene US$1.000 millones”, dijo Francisco Monaldi, profesor de economía energética en el Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad de Rice y experto en la industria petrolera de Venezuela. “Preveo que la producción siga bajando, pero podría aumentar si las sanciones se hacen menos severas”.