El llamado índice básico de precios al consumidor, que excluye los costos de los alimentos y la energía, aumentó un 0,4% en enero, por encima de lo esperado, según cifras del Gobierno publicadas el martes. El avance mensual fue el más rápido desde mayo pasado. En la comparación interanual, el indicador avanzó un 3,9%, igual que el mes anterior.
Los economistas prefieren el índice básico ya que lo consideran un mejor indicador de la inflación subyacente que el IPC general. Este último índice se elevó un 0,3% desde diciembre y un 3,1% frente a un año atrás.
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“Hemos logrado un importante avance en nuestra lucha para frenar la inflación”, dijo Yellen en comentarios preparados durante una visita al West Penn Hospital, en Pittsburgh. “El informe del IPC de esta mañana mostró que, en enero, el índice general de precios al consumidor cayó a un 3,1%”.
La titular del Tesoro destacó que “la inflación general se ha desacelerado alrededor de dos tercios desde su máximo”, y se refirió a la disminución de los precios de la gasolina, los huevos y los boletos aéreos frente a un año antes.
Las cifras mensuales pintan un panorama menos favorable para los presupuestos de los hogares. Si bien los precios de la gasolina cayeron por cuarto mes, los de los alimentos subieron al ritmo más rápido en un año y los costos de la vivienda continuaron aumentando. Los precios de los servicios de atención médica, como las visitas al hospital, registraron su mayor alza desde septiembre de 2022.
Yellen destacó la fortaleza de la economía estadounidense
En sus comentarios, que se centraron en gran medida en el trabajo de la Administración Biden para conseguir que la atención médica sea más asequible, Yellen también puso de relieve la continua fortaleza de la economía y el mercado laboral de EE.UU.
“La recesión que muchos pronosticadores predijeron que deberíamos para ver bajar las tasas no se ha materializado”, indicó, y añadió que los estadounidenses también se están beneficiando de un crecimiento salarial que ahora supera la inflación.
