Mientras se aguarda el dato de inflación de abril, la economía argentina enfrenta una etapa de estabilización con ajustes significativos y algunas luces de alerta. Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el economista Leo Anzalone, quien comentó que, “la baja de la inflación y el superávit fiscal son logros concretos del gobierno”.
A pesar del leve repunte inflacionario de marzo, cuando el índice alcanzó el 3,7%, Anzalone destacó que "el gobierno viene haciendo muy bien la tarea" en términos fiscales y financieros. “El superávit primario y financiero están consolidados”, subrayó.
Sin embargo, aclaró que, aunque se trata de un gesto relevante, la salida parcial del CEPO cambiario aún deja cuestiones pendientes en materia de política monetaria. “La sostenibilidad de la política cambiaria genera ciertas alarmas”, advirtió, y explicó que el gobierno optó por no comprar reservas aun cuando el acuerdo con el FMI lo permite. “El objetivo principal no es acumular reservas, sino bajar la inflación”, sentenció.
El ajuste y sus consecuencias
Uno de los puntos centrales de la entrevista fue el impacto del ajuste fiscal. Anzalone afirmó que el gobierno de Javier Milei realizó un ajuste “histórico”, con un recorte estimado en 15 puntos del PBI. “Cinco puntos son del ajuste fiscal clásico, como en obra pública y educación. El resto es un ajuste monetario del Banco Central”, detalló.
Este ajuste tuvo consecuencias visibles en la actividad económica: “La economía el año pasado cayó un 5%, aunque hubo una leve recuperación en el último trimestre”, señaló. De cara a 2025, Anzalone sostuvo que el gobierno planea profundizar el recorte fiscal del 1,3% al 1,6%, algo que pone en juego la capacidad de tolerancia social: “La pregunta es si la sociedad lo va a aguantar”.
Un consumo que no despega
El consumo, otro de los pilares clave del crecimiento económico, muestra señales mixtas. “Está con alguna heterogeneidad, no termina de repuntar del todo”, analizó Anzalone. Mientras los gastos en alimentos y productos básicos parecen estancados, “el crédito viene creciendo con fuerza”, lo que refleja un consumo más activo en algunos sectores.
Pese a esa dinámica dispar, el especialista alertó sobre una nueva tendencia: “A partir de febrero, marzo y abril se frenó un poquito la recuperación de los salarios”. Según explicó, los salarios del sector privado registrado venían mostrando mejoras, pero ese proceso se detuvo recientemente. “Si se frena la recuperación salarial, claramente se frena también la recuperación económica”, agregó.
Estabilidad, pero con signos de debilidad
A modo de balance, Anzalone remarcó que “hay una estabilización frágil, pero sostenida”, concepto que también fue tema de un reciente informe publicado por CPEC. A su entender, el gobierno logró avances visibles en algunas variables macroeconómicas, aunque aún quedan temas sensibles sin resolver.
“La economía se estabiliza, pero todavía hay detalles que faltan madurar”, dijo, y entre los principales desafíos mencionó el fortalecimiento del consumo, la recomposición del salario y la revisión de la política cambiaria. También resaltó el riesgo político: “Si el gobierno gana las elecciones y obtiene muchos votos, eso puede ser tomado de manera positiva, pero también está en juego la reacción de la sociedad frente al ajuste”.