Perfil
CANAL E
Tensión en Medio Oriente

Alberto Ruskolekier: “Los hutíes e Irán comparten un odio profundo hacia Occidente”

El lema oficial de los hutíes, recalcó Ruskolekier, refleja su hostilidad: “Dios es grande, muerte a Estados Unidos, muerte a Israel, maldición a los judíos y victoria al Islam”.

Alberto Ruskolekier: “Los hutíes e Irán comparten un odio profundo hacia Occidente”
Alberto Ruskolekier: “Los hutíes e Irán comparten un odio profundo hacia Occidente” | CEDOC

El especialista en política internacional Alberto Ruskolekier analizó en Canal E la compleja situación geopolítica que involucra a los hutíes en Yemen y su alianza estratégica con Irán. Según explicó, “este grupo insurgente chiita, con base en Yemen, aparece en los titulares casi a diario por su accionar violento y sus ataques a intereses de Occidente”.

Ruskolekier detalló que los hutíes —nombre que proviene de su fundador, Hussein Badreddin al-Houthi— “reciben apoyo logístico, financiero y militar de la República Islámica de Irán”, dentro de un eje común de enfrentamiento tanto contra Israel como contra el mundo occidental.

Un grupo radicalizado con origen religioso

“El Yemen está dividido entre una mayoría sunita (aproximadamente 70%) y una minoría chiita, donde los hutíes pertenecen a una rama llamada zaidíes”, explicó el analista. Según señaló, estos grupos han protagonizado una guerra civil prolongada desde 2014, con una capital, Saná, actualmente bajo control hutí y un gobierno desplazado a Adén, en el sur del país.

El lema oficial de los hutíes, recalcó Ruskolekier, refleja su hostilidad: “Dios es grande, muerte a Estados Unidos, muerte a Israel, maldición a los judíos y victoria al Islam”. Una consigna que, según el experto, “es compartida por Irán y se convierte en un punto de unión ideológica más allá de las distancias geográficas”.

Yemen: pobreza estructural y rol geoestratégico

Con un territorio de 527.000 km² y una población de 35 millones, Yemen figura entre los países más pobres de Asia, con un PBI per cápita que ronda los 1.000 dólares anuales. Sin embargo, su ubicación sobre el estratégico Golfo de Adén lo convierte en una zona clave para el comercio global y los conflictos de poder.

“En su momento, los hutíes eran considerados una guerrilla marginal. Hoy cuentan con más de 100.000 simpatizantes y combatientes armados, muchos de ellos gracias al aporte iraní”, explicó. A pesar de los bombardeos por parte de Estados Unidos e Israel, el grupo se mantiene operativo.

Irán como actor central del conflicto

“Más allá de las diferencias internas entre sunitas y chiitas, Irán se posiciona como el hilo conductor de la desestabilización regional”, afirmó Ruskolekier. El país persa “maneja los hilos no solo de los hutíes, sino también de Hezbollah en Líbano y tuvo una fuerte presencia en Siria”.

En ese sentido, apuntó que la coalición occidental —liderada por Estados Unidos, Arabia Saudita y otros países árabes— intenta contrarrestar la influencia iraní. “Irán comparte con los hutíes el mismo lema y objetivo: debilitar a Israel y resistir a lo que consideran la hegemonía occidental”, agregó.

Donald Trump y el factor económico

Ruskolekier también mencionó la gira del expresidente Donald Trump por Medio Oriente y los acuerdos multimillonarios con países del Golfo. “Arabia Saudita comprometió un trillón de dólares en inversiones en EE.UU., los Emiratos Árabes 1,4 billones en una década, y Qatar —que financió a Hamas— también aloja la principal base militar estadounidense de la región”, indicó.

Para concluir, el experto advirtió que “el conflicto en Medio Oriente no puede comprenderse sin considerar la dimensión religiosa, cultural e histórica. La paz no depende sólo de frenar a Hamas o Hezbollah; también hay que entender que Irán actúa como articulador de muchos de estos conflictos”.