En diálogo con Canal E, Alejandro Lupo, expresidente de la Federación de Asociaciones y Cámaras del Comercio Automotor, explicó las razones del explosivo crecimiento de los autos eléctricos en Argentina y los cambios que exige su incorporación.
El notable crecimiento del mercado de autos eléctricos en Argentina —un 500% en el último año— no sorprende a Lupo, quien afirmó que “era hora que la Argentina ingrese a ese grupo de países en el cual tienen la movilidad de vehículos eléctricos”. Para el especialista, esta tendencia ya domina el escenario global desde hace casi una década y responde a un cambio cultural vinculado con la sustentabilidad y la modernización tecnológica.
Lupo celebró que el país se sume finalmente a esta transformación, subrayando que “por suerte llegó al país con todo lo que es una ecología sustentable”, y destacó que el ingreso tardío de Argentina tiene una ventaja estratégica: la posibilidad de aprender de los errores iniciales de otros países, especialmente en materia de infraestructura de carga.
Un mercado en expansión y un país que necesita adaptarse
El entrevistado explicó que parte del crecimiento se debe a políticas específicas, como la quita del 35% de arancel a la importación para un cupo de 50.000 vehículos. Indicó que “la gran mayoría de esos 50.000 autos son híbridos”, algo lógico en un país de grandes distancias donde la autonomía sigue siendo un desafío.
Aunque el aumento porcentual es impactante, Lupo aclaró que los volúmenes aún son bajos: “el año pasado se patentaron un poco más de 500 autos, pero hoy ya se duplicó esa cantidad”, lo que deja alrededor de 2.000 vehículos eléctricos en circulación.
Respecto de la autonomía, explicó que los modelos actuales ofrecen entre 300 y 500 kilómetros, pero advirtió que factores climáticos y el uso de accesorios pueden reducir esa cifra. Por eso, remarcó que “hoy el auto eléctrico está limitado más que nada para un uso urbano”, dado que la infraestructura para viajes largos sigue siendo insuficiente.
China lidera la oferta y Argentina busca ponerse al día
Consultado sobre el origen de los vehículos que llegan al país, Lupo fue categórico: “la mayoría son de China… hoy China es el fabricante a nivel mundial de autos eléctricos e híbridos”. Explicó que el gigante asiático domina el sector desde hace 15 o 20 años, cuando las terminales europeas y norteamericanas trasladaron parte del desarrollo tecnológico al país asiático para reducir costos.
Respecto del mantenimiento, destacó que un auto eléctrico tiene un nivel de desgaste mucho menor que uno convencional. Comparó su motor con un electrodoméstico: “es como si tuvieras el motor de una heladera… no lleva mantenimiento”, salvo piezas menores. Esto implica que talleres y servicios mecánicos deberán adaptarse a una nueva lógica.
El especialista también remarcó que habría sido deseable que los colectivos eléctricos llegaran en forma de chasis para carrozarse en Argentina, aprovechando la capacidad industrial nacional. Pero señaló con realismo que “no tenemos la tecnología para fabricar autos eléctricos”, por lo que parte del proceso deberá importarse mientras la industria se adapta.
En ese camino de adaptación, destacó avances como la instalación de cargadores en estaciones de servicio y rutas, beneficios impositivos en algunas jurisdicciones y costos operativos más bajos: cargar un eléctrico sigue siendo más económico que llenar un tanque de combustible.
Finalmente, advirtió que todo este proceso requiere una transformación cultural:“a veces esta resistencia al cambio hace que las cosas no fluyan tan rápido como a uno le gustaría”.