La reciente política arancelaria del gobierno de Donald Trump podría significar una caída en las exportaciones argentinas hacia EE. UU. de hasta US$193 millones. Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con Federico Bernini, investigador del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de Buenos Aires, quien comentó que, “a principios de abril, Trump anunció aranceles recíprocos que buscan frenar importaciones de países con los que EE. UU. tiene déficit comercial”.
Estos aranceles implican una tasa base del 10% para todos los países, y aumentos adicionales para aquellos con mayores desequilibrios comerciales frente a EE. UU. “Los productos que provenían de la Unión Europea tienen 20%, los de Japón 24% y los de Vietnam 46%”, detalló Bernini. En este contexto, Argentina queda en una posición relativamente favorable, ya que EE. UU. no mantiene un déficit comercial con el país.
Argentina: ¿excepción o damnificada?
“Como Estados Unidos no tiene déficit comercial con Argentina, solamente le quedó el 10% base para todos los países”, explicó el especialista. Sin embargo, la medida no afecta a todos los productos por igual. “El 60% del valor exportado de Argentina está exceptuado”, afirmó, y aclaró que esto se debe a la composición de las exportaciones argentinas, centradas en productos estratégicos.
Entre los productos exceptuados se encuentran combustibles, oro, aluminio y acero, que ya están regulados por otras normativas del gobierno estadounidense. “Estos productos están explícitamente exceptuados de la norma”, añadió Bernini, quien también indicó que este diseño evita superposiciones con otras medidas restrictivas.
¿Quién pierde y quién gana?
El informe del Instituto de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA analizó el 37% de exportaciones argentinas que sí estarían sujetas al arancel del 10%. Según Bernini, este segmento representa US$2.450 millones de lo exportado por Argentina a Estados Unidos en 2024.
“Si no cambiara nada la medida que anunció Trump, las exportaciones argentinas se reducirían en 193 millones de dólares”, advirtió. Esto se debe a una pérdida de competitividad frente a productores estadounidenses, aunque se gana alguna ventaja frente a países que enfrentan aranceles más altos.
Un escenario en negociación
Por ahora, los aranceles adicionales a los productos de países con déficit comercial están suspendidos hasta el 9 de julio, lo que abre una ventana de negociación. “Estados Unidos suspendió eso hasta el 9 de julio para dar un espacio para negociar con los países”, remarcó Bernini.
Aunque por el momento el impacto se limita al arancel del 10%, no se descarta que las tensiones comerciales escalen. “En el caso de China, inicialmente se aplicó un arancel del 34% que llegó al 145% y ahora bajó al 30%”, comentó, mostrando lo volátil del escenario.
Efectos indirectos: una competencia más dura
Además del efecto directo, Bernini alertó sobre posibles desvíos comerciales. “Muchos países van a intentar colocar en otros mercados los productos que no puedan vender en Estados Unidos”, dijo. Esto podría aumentar la competencia para Argentina en otros destinos de exportación.
Finalmente, sostuvo que estos efectos indirectos podrían amplificar el perjuicio para la economía argentina. “Esto es particularmente el impacto directo, pero habrá efectos colaterales más difíciles de cuantificar”, concluyó.
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