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Cómo afecta la crisis presupuestaria a la Facultad de Odontología

La educación pública universitaria no atraviesa un buen momento debido a la no actualización del presupuesto. El próximo 23 de abril habrá una marcha en reclamo a mejoras.

Facultad de Odontología
Facultad de Odontología | Google Maps

En los últimos días, las universidades públicas mostraron su descontento y alertaron sobre la falta de presupuesto para abordar los gastos. Desde el servicio de limpieza hasta la energía eléctrica, las más de 70 casas de estudios nacionales temen cierres por falta de mantenimiento.

Los ingresos

Para hablar sobre lo que sucede concretamente en la Facultad de Odontología, Canal E se comunicó con el decano, Pablo Alejandro Rodríguez quien contó que, “en nuestra facultad contamos con dos principales fuentes de ingresos”.

Según el entrevistado, estos ingresos son “las asignaciones provenientes del Rectorado y los recursos propios generados por las actividades y servicios”. “Las asignaciones del Rectorado, destinadas al mantenimiento, seguridad y limpieza, así como a los controles de los edificios por parte de distintos ministerios, han permanecido congeladas desde el año pasado”, expresó el decano.

En ese sentido, sostuvo que no hubo incrementos que pudieran hacer frente a la inflación interanual y “representó un desafío significativo porque nuestros recursos propios se vieron comprometidos a tener que destinarlos a gastos básicos” como insumos, tecnología y equipamiento.

Redistribución de ingresos propios

Además, según Rodríguez, se redistribuyeron esos fondos propios para la compra de elementos de limpieza, el pago de servicios de seguridad y la reparación de sensores. Y añadió: “Tuvimos que restringir la cantidad de recursos que tradicionalmente proporcionamos a nuestros alumnos, como los suministros desechables y consumibles”.

Con respecto a los servicios básicos, como la luz y el gas, el entrevistado aseguró que alal enfrentarse a un incremento de los costos muy significativo, “se limitó el uso de ascensores, consumo de electricidad y de calefacción y aires acondicionados en las aulas”. “Si bien estas acciones se tomaron con la intención de reducir costos, han generado complicaciones en la atención a los pacientes y en la logística general de la facultad”, agregó.

Para finalizar, dijo: “La situación financiera actual representa un desafío significativo para nuestra facultad, afectando tanto la calidad de los servicios que ofrecemos como el desarrollo académico de nuestros alumnos”.