El presidente de Confederaciones de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona, Maximiliano Razzeto, analizó para Canal E la inseguridad rural en San Luis, la cual se consolidó como una de las principales preocupaciones del sector agropecuario.
Maximiliano Razzeto alertó que el problema lleva más de un año sin soluciones concretas: “Es un problema recurrente, ya hace más de un año largo que nosotros venimos teniendo alguna conversación con las autoridades del gobierno de San Luis. Pero bueno, nunca podemos llegar a tener respuestas concretas”.
Los casos de delincuencia cada vez más frecuentes
Asimismo, remarcó que la situación se agrava hacia fin de año, aunque dejó en claro que ya es estructural: “Los hechos son la constante, cada vez más, siempre que se acercan a estas fechas de fin de año, repercute con mayor frecuencia, pero ya es prácticamente insostenible el nivel de robo y el nivel de impunidad con que trabaja esta gente”.
Razzeto describió un cambio alarmante en la modalidad del delito rural: “Ya no es alguna vaquillona o algún novillo, sino que ahora ya es directamente cualquier cosa. Matan caballos, matan vacas con cría, o sea, ya no hay ningún tipo de miramiento”.
Uno de los aspectos más graves es la venta de carne robada a través de redes sociales: “Ya llegó al sumum de que se ofrecen por distintos grupos de whatsapp bolsones de carne y distintos tipos de corte como si fuese una carnicería normal haciendo una propaganda de toda la mercadería que se faena clandestinamente”.
El contexto geográfico de San Luis y su aporte a la delincuencia
Según explicó el entrevistado, la falta de controles convierte amplias zonas rurales en territorios sin ley: “San Luis es una provincia muy grande, son muchísimos kilómetros de caminos rurales que con muy poca vigilancia, bueno, se hacen tierra de nadie para toda esta gente y encima es una provincia muy ganadera”.
A su vez, advirtió que el problema excede lo económico y pone en riesgo la vida de las personas: “La gente está armada y muchos productores la han encontrado en el campo faenándole la hacienda y con el riesgo de que, por supuesto, son amenazados, si llegás a hablar, andate de acá y a punta de arma”.