La derogación de la Ley de Alquileres es una de las medidas que se encuentra en el DNU, que consta de unos 300 artículos, y que pretende desregularizar la economía. Para hablar sobre cómo impactó en el sector esta medida impulsada a menos de un mes de la asunción del presidente, Canal E se comunicó con Armando Pepe, presidente de Corredores Inmobiliarios, quien expresó que, “Apenas entró en vigencia el DNU, empezaron a aparecer nuevamente los departamentos y casas para alquilar”.
Contratos de alquiler
Según Pepe, uno de los puntos a destacar del DNU es “la libertad para concretar”. “Ya no hay un plazo mínimo legal porque los contratos se pueden hacer por el tiempo que se desee”, agregó.
En esa misma dirección, el entrevistado sostuvo que el ajuste tiene que ser de común acuerdo entre las partes y elegir el índice oficial o privado. “Lo que están aplicando los propietarios en los contratos que se han firmado en los últimos días, es el Índice de Precios del Consumidor (IPC) que publica el INDEC”, explicó.
Propietarios e inquilinos
Al ser consultado sobre las ventajas de los inquilinos y los propietarios con esta derogación, Pepe aseguró que, “va volviendo la oferta al mercado y eso le da más posibilidades al inquilino de poder elegir”. Y continuó: “Antes cuando el inquilino quería rescindir el contrato, tenía que haber transcurrido seis meses, ahora el inquilino puede hacerlo cuando quiera y la multa que tiene es el 10% del monto que le resta pagarle el contrato”.
Garantías y precios
Con respecto a la garantías, también “es libre acuerdo de partes” porque puede hacerse con recibo de sueldo, garante propietario o con seguro de caución. “Aconsejo que el depósito de garantía, se haga en dólares para que cuando se termine el contrato y se devuelva, el dinero no pierda valor”, aconsejó.
En referencia a la posibilidad de que los precios de los alquileres bajen, Pepe explicó que, “estos primeros días todavía no bajaron”, pero “van a tender a bajar a medida que vayan apareciendo propiedades en el mercado”.
Para finalizar, expresó: “Es recomendable bajar a un precio competitivo, razonable y que sea equitativo para ambas partes”.
