Con el fin de analizar la situación actual del mercado de fertilizantes en Argentina y la importancia de la reciente desregulación del sector, los desafíos en la importación y el impacto del déficit nutricional de los suelos, este medio se comunicó con el director de Ingeniería en Fertilizantes, Andrés Bertotto.
“El nuevo anuncio que hicieron hace dos días atrás va en línea con eso, se incorpora al BUSEA toda la gestión de importación. Esto entra en vigencia dentro de diez días, con lo cual, como toda nueva normativa, va a tener un periodo de adaptación, pero sin duda que va a facilitar el trámite y agiliza la dinámica de importación y facilita para las empresas todo el tramiterio de importación”, explicó Andrés Bertotto.
Cambios en los costos ante simplificación en los procesos burocráticos
Según señaló, esta medida “va más en línea con la simplificación de los procesos burocráticos que veníamos teniendo en general en todos los ámbitos del Estado, más que en el impacto específico en costos”. Sin embargo, aclaró que, “una menor burocracia se traduce en un impacto en costos, pero no tan significativo como lo que se realizó el año pasado”.
Bertotto precisó que el consumo nacional ronda entre 4,5 y 5 millones de toneladas. “Argentina, el productor argentino, consume entre 4 millones y medio de toneladas a un poco más de 5 millones de toneladas. Por ahí va fluctuando el mercado desde la salida de la pandemia a esta parte. Obviamente que Argentina es muy dependiente de las importaciones”, dijo.
Fuerte retracción de las importaciones
En cuanto a las importaciones, señaló una retracción: “Hoy la Argentina, si mirás el acumulado de importación a septiembre de este año, tenés una merma, una caída en las importaciones respecto del año pasado. A esta altura, o acumulado a septiembre del año pasado, se llevaban importados un millón de toneladas de productos hidrogenados y a la fecha, este año, llevamos importadas 900.000 toneladas. O sea, tenés una caída de 100.000 toneladas”.
Además, el entrevistado explicó que esa reducción equivale a “dos barcos menos de nitrogenado”. En total, “en lo que va del año, el acumulado respecto del año pasado cayó en 170.000 toneladas, eso representa casi un 7% menos”.
A su vez, advirtió sobre la situación de los suelos y el impacto que puede tener en la campaña. “Vamos a encender una luz de alerta para la presente campaña, que viene con una humedad por arriba del promedio, con lo cual, los cultivos están muy bien. En promedio hay zonas donde están anegadas, entonces, hay zonas con problemas, pero, en promedio, los cultivos de fina vienen muy bien, pero también con un déficit nutricional que se acentúa por este exceso de humedad en los suelos”, remarcó.