En diálogo con Canal E, Martín Pinto, expresidente del Centro de Panaderos de Merlo, describió el crítico presente del sector panadero, marcado por la caída del consumo, el aumento de tarifas y la falta de previsibilidad económica.
“Tenemos las mismas expectativas que el año pasado”, lamentó Pinto, y agregó: “Para esta fecha ya teníamos muchos encargues y hoy no tenemos ni un pedido”. Ni siquiera los clásicos de fin de año escapan a la crisis: “Estamos haciendo algunos pan dulces para el mostrador, pero tres o cuatro más no”, explicó.
El problema central es el fuerte aumento de costos. “Hacer un pan dulce este año nos sale un 60% más caro que el año pasado”, sostuvo Pinto, remarcando que el margen de error es nulo. “No podemos tirar nada, porque no tenemos venta ni consumo”, afirmó, subrayando que cuando hay excedentes, “se dona”, porque venderlos es imposible.
Costos dolarizados y tarifas impagables
La suba de tarifas golpeó de lleno al sector. “El mes pasado tuvimos un aumento entre un 45% y un 50% en la luz”, detalló Pinto, y advirtió que los incrementos continúan. “Dicen que este mes va a venir un 2% o 3% más”, agregó, en un contexto de menor producción: “Seguimos trabajando menos y seguimos pagando más”.
La presión no se limita a la energía. “La materia prima aumenta, el combustible aumenta y los alquileres los renegociás mes a mes”, explicó. Tras la derogación de la ley de alquileres, fue contundente: “Quedamos a la deriva”.
Según Pinto, el problema es estructural. “Nos dolarizaron los servicios, los insumos, los alquileres y el combustible”, enumeró, pero aclaró: “Lo único que no pudimos dolarizar fue el producto que fabricamos”. Hoy, el precio sugerido del kilo de pan en Merlo es de $2.800, aunque la cuenta no cierra. “Para empatar tendría que vender el pan a $4.000 o $4.500, pero ahí tengo que cerrar directamente la panadería”, alertó.
El consumidor compra por unidad y el futuro es incierto
El deterioro del poder adquisitivo cambió los hábitos de consumo. “El consumidor aprendió a comprar por unidad”, afirmó Pinto.“Ya no te llevan un kilo de pan, te llevan dos o tres flautitas”, describió. Incluso, “te preguntan qué les alcanza con 500 pesos”, reflejando salarios estancados y una demanda en retroceso.
De cara al futuro, el diagnóstico es claro. “Hoy el sector necesita una economía estable y que la gente tenga un salario digno”, sostuvo. Y fue categórico sobre las reformas laborales: “A mí no me mejora nada sacarle derechos a mis empleados si no les puedo pagar más”. Para Pinto, la salida es una sola: “La economía tiene que cambiar a favor del laburante y de la gente, no de las grandes multinacionales”.