Gonzalo Augusto, presidente de Argentrigo, explicó en diálogo con Canal E cómo la mayor cosecha de trigo de la historia impulsa exportaciones récord y abre mercados estratégicos más allá de Brasil.
La campaña triguera 2024/25 marca un antes y un después para el agro argentino. Con una producción sin precedentes, el país se prepara para exportar el mayor volumen de trigo de su historia reciente, en un contexto global desafiante pero con oportunidades claras. Así lo detalló Gonzalo Augusto, presidente de Argentrigo.
“Estamos en el marco de una cosecha histórica, récord, de unas 27,7 millones de toneladas, que incluso pueden ser un poco más, algo totalmente inédito para Argentina”, afirmó el dirigente, al destacar los excelentes rindes obtenidos en todo el país. Este salto productivo genera un fuerte excedente exportable, dado que el consumo interno se mantiene estable.
Según Augusto, el inicio del año comercial encuentra al sector con perspectivas muy positivas: “Vamos a tener exportaciones récord, las más altas de la historia”. Tradicionalmente, Brasil ha sido el principal comprador del trigo argentino, pero su demanda es relativamente constante, lo que obliga a buscar nuevos destinos para absorber el volumen adicional.
Menos retenciones y más competitividad para el productor
Uno de los factores que mejora el escenario es la reducción permanente de los derechos de exportación. “El trigo pasó de pagar 12% a 9,5%, y eso genera un aumento de la competitividad del productor argentino, porque le permite recibir un mayor precio”, explicó Augusto.
En un contexto internacional marcado por una abundante oferta global y precios bajos, esta medida resulta clave. “Hoy competimos con precio en el resto del mundo”, remarcó, aunque advirtió que el sector aún reclama la eliminación total de las retenciones para equipararse con los principales competidores.
China, África y Medio Oriente: los nuevos destinos del trigo argentino
La diversificación de mercados aparece como el gran desafío. “Tenemos más de 17 millones de toneladas para exportar, cuando lo normal son 11 o 12 millones”, señaló Augusto. En ese camino, destacó hitos recientes como la apertura del mercado chino.
“Hace poco se dio el primer embarque en la historia de trigo argentino a China, unas 60.000 toneladas”, indicó, subrayando la importancia estratégica de ingresar a destinos donde Argentina compite con potencias como Rusia, Australia y la Unión Europea.
Además de Asia, el trigo argentino gana terreno en África y Medio Oriente. “Estamos yendo a países que no son tradicionalmente nuestros destinos, pero que son muy importantes para poder colocar este volumen”, sostuvo.
El impacto macroeconómico no es menor. “Estamos hablando de unos 3.000 millones de dólares que puede aportar el complejo triguero”, concluyó Augusto, resaltando el ingreso de divisas como una noticia positiva para toda la economía argentina.