En diálogo con Canal E, el economista Pablo Ferrari realizó un balance crítico del 2025 económico y anticipó un 2026 marcado por presiones cambiarias, escasez de reservas y un esquema que, según afirmó, retroalimenta inflación y devaluación.
El 2025 cerró con un cambio constante de reglas en materia cambiaria y con un objetivo central: desacelerar la inflación. Para Ferrari ese intento tuvo costos claros. “Un Gobierno que intenta morigerar la inflación empezó con una gran devaluación, de casi 120%, que lógicamente la incrementó, y luego vino una desaceleración acompañada por un fuerte deterioro salarial y jubilatorio”, explicó.
Ferrari subrayó que el problema de fondo fue la falta de una regla clara. “El criterio cambiario fue cambiando de acuerdo a las circunstancias, no hubo una regla estable”, señaló, y remarcó que las modificaciones respondieron, sobre todo, a la escasez de reservas. Primero el tipo de cambio avanzó al 2% mensual, luego al 1%, pero el atraso frente a la inflación generó presión devaluatoria. “La inflación iba muy por delante del tipo de cambio”, advirtió.
Reservas en rojo y una devaluación diferida
Ante ese escenario, el Gobierno recurrió al endeudamiento externo y a la intervención indirecta. “Vino el endeudamiento por unos 6.000 millones de dólares, después otros 2.000, y aun así no alcanzó”, afirmó Ferrari, quien fue crítico del rol de Estados Unidos. “Hubo una intervención bastante invasiva de Bessent, de Trump, etcétera”, agregó.
De cara a 2026, el economista anticipó mayor tensión. Desde enero, las bandas cambiarias comenzarán a ajustarse por la inflación de dos meses atrás. “La banda superior va a arrancar cerca de 1.530 y rápidamente se va a ir alejando”, explicó, y fue tajante: “La única banda que importa es la superior”. Para Ferrari, aunque el Banco Central insista en que no interviene, “cuando el Tesoro vende dólares también está interviniendo en el mercado cambiario”.
El punto más delicado sigue siendo la acumulación de reservas, una meta exigida por el FMI. “En términos de reservas netas, hoy el Gobierno está peor que cuando pidió el préstamo en abril”, sostuvo. Incluso ironizó sobre la estrategia oficial: “Está haciendo una especie de vaquita para llegar al pago de enero”. Según anticipó, alrededor del 9 de enero las reservas brutas caerán unos 4.000 millones de dólares.
Dólares, inflación y economía real
Consultado sobre la llamada “inocencia fiscal” para atraer dólares no declarados, Ferrari fue escéptico. “Si el dólar es tu reserva de valor, ¿por qué lo vas a usar sabiendo que tarde o temprano habrá un ajuste cambiario?”, planteó. Además, advirtió que “los propios bancos y las normas internacionales hacen muy difícil ejecutar ese esquema”.
Respecto al Presupuesto 2026, que proyecta un dólar de $1.423 y una inflación del 10%, el economista fue contundente. “No hay ninguna posibilidad de que la inflación sea del 10% ni que el tipo de cambio sea ese”, afirmó, y explicó que atar el dólar a la inflación genera una “retroalimentación permanente entre tipo de cambio e inflación”.
Finalmente, alertó sobre el impacto en la economía real. “Cuando sube el dólar y no todo va a precios, una parte va a recesión”, dijo. “Eso se ve en despidos, cierres y en un consumo cada vez más retraído”, concluyó.