Perfil
CANAL E
Análisis

Guillermo Barbero: “El consumo recayó y uno de los factores clave es la falta de crédito”

El especialista en consumo analiza la caída del consumo masivo, el impacto del crédito y el nuevo comportamiento de los consumidores.

consumo
Consumo | Noticias Argentinas

El consumo masivo volvió a mostrar señales de debilidad en noviembre, tras una leve recuperación en octubre. Según explicó Guillermo Barbero, en diálogo con Canal E, el retroceso está directamente vinculado a la pérdida de poder adquisitivo, la inflación reciente y, especialmente, a la falta de crédito. “El consumo ha tenido una recaída y los analistas lo atribuyen al poder adquisitivo y al alza de la inflación”, señaló.

Sin embargo, Barbero amplió el análisis y puso el foco en un elemento clave: “A mí me gusta incluir también la disponibilidad de crédito, que es uno de los factores que más ha influido en esta caída del consumo”. Octubre, noviembre y diciembre suelen ser meses clave para bienes durables y semidurables, pero este año el escenario fue distinto.

El especialista explicó que desde julio se produjo una fuerte suba de la tasa pasiva, lo que encareció los préstamos y redujo drásticamente el acceso al financiamiento. “Desapareció gran parte del crédito para las familias y para las empresas”, afirmó, y detalló que esto derivó en mayores niveles de morosidad en tarjetas y préstamos personales, que llegaron al “7 u 8% de la cartera”.

Crédito, morosidad y consumo contenido

Si bien desde octubre comenzó una normalización financiera, Barbero advirtió que el daño ya estaba hecho. “Ese stock de gente que cayó en morosidad todavía no pudo regularizar su situación”, explicó, y aclaró que quienes están en esa condición no pueden acceder a nuevas líneas de crédito. “Difícilmente puedan consumir para estas fiestas porque tienen suspendidos sus medios de pago”, agregó.

Este fenómeno limita la recuperación del consumo, aun cuando las tasas comienzan a bajar y vuelve lentamente la oferta crediticia. Para Barbero, la mejora será gradual y estará condicionada por la recomposición financiera de los hogares.

Un nuevo consumidor más racional

Más allá de los números, Barbero destacó que la Argentina atraviesa un cambio cultural profundo en los hábitos de consumo. “Estamos iniciando un camino con un paradigma diferente”, afirmó. En una economía inflacionaria, explicó, los consumidores adelantaban compras por temor a subas de precios. “Antes la gente se apuraba a consumir porque sabía que después no lo iba a poder comprar”, recordó.

Hoy, con mayor estabilidad, esa lógica se revierte. “Esta costumbre de acelerar el consumo está dejando de ser un hábito”, señaló Barbero, y destacó que ahora los consumidores esperan ofertas, descuentos o eventos especiales como ventas outlet.

Finalmente, explicó que este comportamiento también impacta en las estadísticas: “El indicador puede mostrar que el consumo bajó, cuando en realidad se consume lo mismo pero a mejor precio”. En ese contexto, concluyó que será necesario “acostumbrarnos a estos cambios de hábitos y a trabajar en una economía que no es inflacionaria”.