En diálogo con Canal E, el economista Guillermo Hang, aseguró que la reciente estabilidad cambiaria responde a factores externos puntuales más que a mejoras de fondo en la economía argentina.
Tras las elecciones legislativas de octubre de 2025, el economista evaluó la dinámica del dólar y la lectura de los mercados internacionales. Según describió, la baja reciente del tipo de cambio responde principalmente a un cambio en las expectativas luego del respaldo explícito del gobierno de Estados Unidos. "Hay una especie de veranito financiero después del resultado electoral", señaló al iniciar su análisis.
Hang explicó que el apoyo norteamericano actuó como un “ancla psicológica” para los inversores, desactivando la percepción de inestabilidad inmediata. Al mismo tiempo, se sumó un flujo de inversiones privadas —especialmente petroleras— que fortaleció el ingreso de divisas. "El mercado quedó convencido de que no iba a haber más inestabilidad cambiaria gracias a la intervención de Estados Unidos", afirmó.
Un veranito sostenido por dólares externos
El economista detalló que la combinación de financiamiento externo, emisiones de deuda privada y expectativas de una buena cosecha de trigo generaron un escenario de estabilidad para los próximos meses. Según dijo, "Se ve un influjo financiero importante y eso está generando la caída del dólar".
Aunque el dólar se había encarecido levemente en términos reales en meses previos, en las últimas semanas volvió a abaratarse, consolidando la sensación de calma cambiaria. Para Hang, esta coyuntura podría extenderse al verano si no aparecen sobresaltos externos.
El punto clave, remarcó, es que la estabilidad no proviene de mejoras estructurales internas. Las obligaciones de deuda, los déficits de cuenta corriente y los vencimientos del sector privado siguen presentes. "Los fundamentals son muy parecidos a los que había hace un tiempo atrás", advirtió, recordando que solo el apoyo del Tesoro estadounidense permitió desactivar la tensión preelectoral.
Confianza internacional: un apoyo condicionado
Consultado sobre el humor de los mercados externos, Hang fue claro en que la confianza hacia Argentina depende casi exclusivamente del ingreso constante de capitales. "Mientras haya alguien dispuesto a seguir poniendo plata en la Argentina, este esquema puede andar", sostuvo.
El economista advirtió que cualquier interrupción en ese flujo —ya sea por tensiones políticas, cambios en la relación con Estados Unidos o turbulencias globales— podría reinstalar el escenario crítico de meses atrás. Recordó que antes de las elecciones el dólar subía aceleradamente y se dudaba de la capacidad del Gobierno para completar su mandato.
El apoyo estadounidense, enfatizó, es determinante. "La calma actual es totalmente dependiente de lo que defina el gobierno de Estados Unidos", resumió.
De cara al cierre del año, Hang proyectó continuidad en la estabilidad cambiaria gracias a la intervención oficial y al respaldo externo explícito. Consideró que el Gobierno ya dejó atrás la idea de dejar flotar libremente el dólar: "El ministro fue claro diciendo que no están las condiciones para que el dólar flote".