En diálogo con Canal E, el analista internacional Juan Negri analizó el frágil escenario en la Franja de Gaza y señaló que “los incentivos para que Hamas cumpla su parte del acuerdo son escasos”.
Acuerdo en riesgo: rehenes, cadáveres y un pacto que se desarma
El reciente acuerdo entre Israel y Hamás, que incluía intercambio de prisioneros, entrega de rehenes y ayuda humanitaria, parece estar tambaleando. Según explicó Negri, “Israel acusa a Hamás de no estar entregando los cadáveres de los rehenes capturados el 7 de octubre”. Desde el grupo islamista, se argumenta que los cuerpos están bajo escombros en Gaza, aunque “la realidad es que a la primera instancia de incumplimiento, el acuerdo empieza a desarmarse”, advirtió Negri.
“Israel liberó alrededor de 2.000 prisioneros, lo que Hamas denomina prisioneros políticos, pero que para Israel son condenados”, detalló. El acuerdo, sin embargo, iba más allá del canje: incluía la retirada progresiva de tropas israelíes y la creación de un gobierno provisional sin participación de Hamas.
“Uno de los puntos centrales del acuerdo es la construcción de un gobierno en el que Hamas no tenga nada que ver”, subrayó Negri, y explicó que esa condición podría ser inaceptable para el grupo, lo que pondría en jaque la implementación del pacto.
Intereses económicos, Blair y la posibilidad de un nuevo conflicto
Ante la pregunta sobre los intereses geopolíticos y económicos en Gaza, Negri reconoció: “La franja está ubicada en una zona muy favorecida del Mediterráneo, con un potencial turístico e inmobiliario enorme”. Sin embargo, aclaró que “ese es un escenario lejano, primero porque la zona está destruida y segundo por los derechos de quienes viven ahí”.
Sobre el futuro político de Gaza, mencionó que existe un plan que incluye un gobierno provisional internacional liderado por figuras como Tony Blair, aunque reconoció que es “la parte más difícil” del proceso.
Frente al cumplimiento del acuerdo por parte de Hamas, Negri fue contundente: “Los incentivos de Hamás para cumplir son escasos. Tendría que entregar lo único que tiene para negociar: rehenes, armas y control del territorio”.
Comparó el proceso con otros casos históricos como Irlanda del Norte o Colombia, donde grupos insurgentes se reconvirtieron en actores políticos. “En este caso, Hamás queda afuera de todo. A diferencia de otros procesos de paz, no hay lugar para su legitimación”, afirmó.
Negri se mostró escéptico sobre el futuro inmediato del acuerdo. “Yo soy pesimista, y ojalá me equivoque. Creo que este alto al fuego se romperá en algún momento”, concluyó.