La CNV aprobó una medida histórica. Ahora, adolescentes de 13 a 17 años podrán invertir en una gama más amplia de fondos comunes de inversión. La Resolución General 1091 cambia el acceso de los jóvenes al mercado de capitales, con el objetivo de fomentar la educación financiera y acompañar la autonomía progresiva.
Qué podían invertir antes y qué pueden invertir ahora
Hasta ahora, los menores solo podían operar fondos Money Market. Esta limitación regía desde la Resolución 977 de 2023. Con la nueva norma, el universo se amplía.
Los adolescentes podrán acceder a fondos de renta variable, fondos que replican bonos, acciones y otros activos financieros. Todo dentro de las restricciones del sistema y bajo supervisión obligatoria.
Pero la apertura no es total. Los jóvenes no pueden acceder a fondos cerrados ni a fondos abiertos exclusivos para inversores calificados. El objetivo es evitar que se expongan a riesgos complejos.
Educación financiera y protección
La CNV sostiene que involucrar a los adolescentes en inversiones controladas fortalece la formación económica desde temprano. Según el presidente del organismo, Roberto E. Silva, este acceso guiado fomenta hábitos responsables y un vínculo más sólido con el ahorro y la inversión.
Silva destacó que la medida solo funciona con acompañamiento adulto. Por eso, cada operación debe contar con la supervisión de representantes legales. Quienes abran cuentas o gestionen inversiones en nombre de un menor deberán seguir estrictos requisitos de validación.
Un proceso que comenzó en 2023
La ampliación se apoya en la RG 1023, que habilitó la apertura de subcuentas comitentes para adolescentes desde 13 años. Con este nuevo paso, la CNV consolida un esquema progresivo de inclusión financiera.
El organismo afirma que los jóvenes ya operan con modalidades distintas a generaciones anteriores. Por eso, actualizar la regulación es clave para acompañar esos cambios.
Un mercado más moderno e inclusivo
El mercado de capitales argentino busca integrar a nuevas generaciones. La CNV resalta que la educación financiera es central para reducir riesgos y para formar inversores más informados.
La normativa obliga a las entidades del sistema a reforzar controles, asegurar trazabilidad y supervisar cada operación iniciada por menores. Además, impulsa la creación de contenidos educativos y canales de consulta.
Protección y acceso equilibrado
El nuevo régimen distingue los instrumentos por nivel de riesgo. Los fondos abiertos se mantienen como la opción más segura y simple.
En cambio, los fondos cerrados y para inversores calificados quedan fuera del alcance de los adolescentes.
La CNV afirma que esta combinación de apertura gradual, educación y supervisión constituye una estrategia de largo plazo. El objetivo es construir un mercado más transparente, participativo e integrado a las preferencias de los jóvenes.
Con esta norma, los adolescentes podrán explorar alternativas de ahorro e inversión desde edades tempranas, pero siempre bajo la protección regulatoria y el acompañamiento adulto.