Con el fin de analizar la fuerte suba del dólar y las recientes intervenciones del Tesoro de Estados Unidos en el mercado financiero argentino, este medio se contactó con el operador de PR Cambios, Gustavo Quintana.
“Sigue con la inercia compradora y alcista que se inauguró desde hace un tiempito, solamente motivada por las intervenciones del Tesoro de los Estados Unidos. El mercado, evidentemente, busca dolarizarse, hay más liquidez y eso alimenta la demanda de divisas, pero no le veo nada trágico”, señaló Gustavo Quintana al describir el inicio de la jornada con el dólar minorista cerca de los $1.465.
El impacto de la baja en la tasa de interés sobre el dólar
Asimismo, aclaró que, si bien el dólar subió cerca de un 3%, la cotización “todavía está lejos de los máximos”. También explicó que el movimiento responde a la inyección de pesos tras la última licitación y la baja de tasas: “La baja en el nivel de tasa de interés tiene impacto en la demanda de divisas. Menor tasa de interés, suba del tipo de cambio. Cuando ocurre el fenómeno inverso, se pone a vender el mercado de cambios y el mercado de pesos aumenta su volumen”.
Sobre las operaciones del Tesoro norteamericano, Quintana planteó: “Lo de ayer se debe haber dado en el mercado financiero, contado con liquidez y ese tipo de instrumentos. Yo no vi que en el mercado de cambios oficial hubiera un derrumbe de los precios”.
La intervención del Tesoro norteamericano no tuvo efecto
Y añadió: “Por el contrario, ayer el mercado de cambios subió, subió $22, así que de haber estado con intensidad el Tesoro, no tuvo efecto esa intervención”.
El entrevistado destacó que, “el volumen de ayer fue sustancialmente más bajo en la rueda mayorista que en días anteriores”, y que “al no haber información oficial de intervención del Tesoro americano en el spot, debe haber sido marginal. No me pareció que hubiera habido una presencia significativa. Sino, los precios hubieran reaccionado de otra manera y el mercado hubiera cambiado de tendencia, cosa que no sucedió”.
Luego, manifestó que la tensión cambiaria responde al contexto electoral: “Yo creo que lo que hace falta es que pase el tiempo, que se definan las elecciones del 26, y con un panorama ya más definido desde el punto de vista político, el mercado se acomode a una nueva realidad, para bien o para mal, por supuesto”.