El economista, Luis Palma Cané, conversó con Canal E y analizó el panorama económico argentino tras la publicación del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central. Según el informe, se espera una inflación del 3,2% para abril y una del 32% para todo el 2025.
El reajuste lógico de los precios ante la liberación del tipo de cambio
"Es lógico que haya un poco de aumento de la inflación, porque está probado en la teoría y la historia económica que países como el nuestro, cuando de alguna manera liberan el tipo de cambio, reajustan los precios", explicó Luis Palma Cané.
A su vez, hizo hincapié en la cultura del consumo en Argentina: "En la Argentina, un producto que sube 4 o 5%, la gente en general ni se fija y lo compra". En contraposición, señaló que, "si usted está en Estados Unidos o en Europa, donde he vivido, una suba del 1% hace que el consumidor vaya a otro lugar y compre en otro lugar".
La desaparición de la inflación: simplemente una expresión de deseos
Respecto al discurso oficial que asegura que la inflación desaparecerá al mantener el equilibrio fiscal y reducir la emisión, Cané comentó: "Que la inflación desaparezca en países como la Argentina, que han sufrido estos procesos inflacionarios durante 60 años, es una expresión de deseos". Y añadió: "No va a ser cero, en algún momento van a decir, pues este señor dice cosas que no se cumplen y eso genera desconfianza".
En cuanto a las reservas del Banco Central, advirtió que, "las reservas no están creciendo, solamente están creciendo por préstamos internacionales". Asimismo, subrayó que, "los operadores internacionales se guían mucho por el nivel de solvencia que tiene un Banco Central, y este Banco Central tiene solvencia negativa". Además, mencionó que, "Argentina tiene vencimientos por USD 10.000 millones de acá al 31 de julio", lo que genera una presión adicional en el mercado.
El precio de negociar con el Fondo Monetario Internacional
El economista también cuestionó el aparente desinterés del Gobierno respecto a la relación con el FMI: "Yo les diría que les importara, porque yo conozco a la gente del Fondo hace 50 años, o sea, no es gratis todo esto que estamos haciendo". Pese a las advertencias, reconoció que, "es una cirugía fina que tienen que hacer, no es fácil, pero bueno, hay que acompañarlos".