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Tecnología y derechos

Luis Quevedo: “La IA no te va a quitar el trabajo, te lo va a quitar quien sepa usarla”

El gerente general de EUDEBA, analizó el caso Antropic en EE.UU. y alertó sobre los vacíos legales en Argentina respecto a inteligencia artificial y derechos de autor.

Inteligencia Artificial
Inteligencia Artificial | Cedoc

En diálogo con Canal E, el gerente general de EUDEBA, Luis Quevedo, se refirió al impacto de la inteligencia artificial en la industria editorial y advirtió sobre el riesgo que corren los derechos de autor en Argentina.

La revolución de la IA y el caso que marcó un precedente

El reciente caso de Antropic, empresa respaldada por Amazon, sacudió el escenario legal global al aceptar pagar 1.500 millones de dólares* por haber utilizado libros sin autorización para entrenar su inteligencia artificial. “Si el juez federal acepta la propuesta, será la primera vez que una empresa del sector reconoce que debe pagar derechos de autor”, explicó Quevedo.

El conflicto comenzó con tres escritores, pero se convirtió en una demanda colectiva de 500.000 autores. Antropic habría abonado unos 3.000 dólares por cada obra usada sin permiso. El punto clave, según Quevedo, es que “no constituye delito entrenar con textos, el problema es que los autores no estaban notificados, no autorizaron su uso y no iban a recibir nada a cambio”.

Creatividad en riesgo: ¿puede la IA reemplazar al autor humano?

Más allá del caso legal, Quevedo se enfocó en las implicancias creativas. “Hoy se puede componer música, escribir libros, hacer ilustraciones o traducir textos con inteligencia artificial”, detalló. En su visión, los autores y empresas deberán adaptarse y convivir con estas herramientas.

Sin embargo, advirtió sobre una paradoja fundamental: “Para que la IA escriba como Julio Verne o componga como Beethoven, primero tienen que haber existido Julio Verne y Beethoven”. Y añadió: “La creatividad de la inteligencia artificial está basada en trabajos humanos previos. Eso no puede olvidarse”.

Consultado sobre el temor de que las editoriales dejen de contratar autores, Quevedo reconoció que el riesgo existe: “Es cierto que una editorial puede pedirle a la IA que escriba un cuento como Edgar Allan Poe, pero eso implica que Poe tuvo que existir y crear primero”.

Además, destacó el valor de estas herramientas en otras áreas: “En educación, la IA significa una transformación extraordinaria en cómo se genera, transmite y evalúa el conocimiento”.

Vacíos legales y necesidad de regulación en Argentina

Aunque el fallo estadounidense sienta un precedente, en Argentina el panorama es aún incierto. “Hay muchos agujeros legales que deberán llenarse con nuevas legislaciones que respeten el trabajo humano”, enfatizó Quevedo.

Para cerrar, dejó una frase que resume la tensión entre innovación y empleo: “La inteligencia artificial no te va a quitar el trabajo, te lo va a quitar quien sepa utilizarla”.