En diálogo con Canal E, Marco Meloni, vicepresidente de la Fundación ProTejer, describió como “gravísima” la situación que atraviesa el sector textil e industrial en Argentina, producto de una combinación de factores estructurales y decisiones políticas que profundizan la crisis.
Caída del consumo y contrabando descontrolado
“La situación es muy grave, no hay precio que alcance como para que te compren”, afirmó Meloni, quien remarcó que el deterioro del salario real impacta directamente en el consumo: “El sueldo subió la mitad o menos de la mitad de los servicios esenciales”, dijo, al referirse al desfasaje entre ingresos y aumentos de tarifas como electricidad, gas o transporte.
A esta crisis del consumo interno se suma un fenómeno que agrava aún más la problemática: el crecimiento del contrabando. “No se vende ni lo nacional, ni lo importado, se vende algo de contrabando”, advirtió, y denunció que este ingreso ilegal se da por la triple frontera, con “fraude marcario, ropa usada, relavada, sin pagar impuestos”.
Para el referente industrial, esta situación constituye “la tormenta perfecta” para sectores como la indumentaria, calzado, marroquinería, juguetes y metalurgia. “¿Qué más quieren? ¿Hay que sufrir esto permanentemente para mantener un 2% de inflación?”, se preguntó con indignación.
Críticas a la política económica y la informalización
Meloni fue particularmente crítico con el discurso oficial que, según él, “está enfrascado en una macro totalmente técnica y para 10.000 personas”. En este marco, cuestionó el elogio del contrabando por parte del presidente de la Nación: “Hay tan poca visión que no ven que al no pagar impuestos hay menos recaudación, menos venta, más informalidad”.
Además, cuestionó duramente la eliminación del valor de criterio en la Aduana y el desdoblamiento cambiario: “Te estás pegando un tiro en el pie”, sentenció, al explicar cómo el ingreso barato de productos importados destruye la competitividad local.
Frente a las comparaciones del Gobierno con economías como la de Singapur o Chile, Meloni fue contundente: “¿Qué hacen los países con más de 30 millones de habitantes? Industria”. Y agregó: “México, Brasil, India, Indonesia, China, todos tienen una fuerte base industrial. ¿Queremos hacer un país sin industria?”
Meloni también trazó un paralelismo con la crisis del 2001, alertando: “Se va a repetir lo que ya pasó con Cavallo, con déficit cero y desindustrialización. Todo se fue al diablo”.
Breve repunte, pero sin aire para respirar
Consultado sobre alguna mejora reciente, Meloni fue cauto: “De los últimos 22 meses, mejoró uno o dos”, dijo, y explicó que en 2024 hubo menor importación por temor a una devaluación mayor y sobrestock en el mercado. Sin embargo, “ese aire duró poco: en septiembre, octubre hubo un respiro, pero después empezó a entrar toda la mercadería que había afuera”, cerró.
Con un tono de preocupación, el dirigente remarcó que la industria nacional no tiene condiciones para competir si se sostiene este modelo económico: sin consumo, con salarios en baja y con el mercado invadido por productos ilegales, el futuro del sector, según Meloni, está cada vez más comprometido.