El precio de la carne acumuló un aumento del 72,8% interanual, muy por encima de la inflación minorista, pero para Miguel Schiaritti, en diálogo con Canal E, el análisis no puede limitarse a un solo año. “Hacer un análisis de solo este año es un análisis falso”, aseguró, y remarcó que la crisis actual es el resultado de una sucesión de factores productivos que comenzaron en 2023.
El dirigente explicó que la sequía histórica fue determinante. “Hace más de 30 años que no hay una sequía de cinco meses sin una gota de agua en la Cuenca del Salado”, afirmó. Esa región concentra cerca de 20 millones de vacas, y la falta de alimento tuvo consecuencias directas: “Si la vaca no come, no ovula, y si no ovula no hay posibilidad de ternero”.
El impacto fue inmediato en el stock: “Tuvimos más de 250.000 terneros menos que los esperados”, señaló Schiaritti. A eso se sumó la mortandad de animales y una reducción del stock ganadero cercana al 7% durante 2023, dejando al sector en una situación crítica para 2024.
Un proceso largo: por qué la recuperación lleva al menos cinco años
Consultado sobre los plazos de recuperación, Schiaritti fue contundente: “Recuperar por aumento de stock te lleva por lo menos cinco años”. Detalló que una vaquillona necesita entre 15 y 18 meses para transformarse en madre y luego nueve meses de gestación para producir un ternero. “Hasta mediados de 2027 esa vaquillona no va a estar produciendo”, explicó.
Además, las condiciones climáticas recientes también afectaron la parición. “Muchas vaquillonas que no tienen experiencia dejaron el ternero en charcos grandes y el ternero se murió ahogado”, relató, lo que vuelve a limitar la oferta futura.
Mercados abiertos y exportaciones: el rol clave de la política económica
Schiaritti destacó un cambio central en la política económica actual. “Este gobierno prohibió prohibir”, afirmó, en referencia a la eliminación de restricciones a las exportaciones. “Hoy los mercados están absolutamente abiertos y el industrial ganadero elige a dónde vender”, agregó.
Según el dirigente, esta apertura mejora la rentabilidad y estimula la producción: “El ternero hoy tiene un precio rentable producto de esta política”. También se refirió a las retenciones y aclaró que su eliminación no implica necesariamente un aumento directo en el mostrador. “No todo lo que se exporta es el animal entero”, explicó, citando cortes premium que se venden a precios muy altos en mercados como Brasil.
Sobre China, dejó una definición clave: “El hecho de que la vaca a China tenga precio permitió faenar hasta 48% de hembras sin resentir la producción”, lo que, según su visión, rejuveneció el stock ganadero y mejoró la eficiencia productiva.