Movilidad jubilatoria: cuáles son los cambios que podrían realizarse con la nueva fórmula

El proyecto que modifica la fórmula de movilidad jubilatoria, aprobado en la Cámara de Diputados y que el presidente Javier Milei ha anunciado que vetará si el Senado lo convierte en ley, busca ser más equitativo y beneficioso en el contexto de la actual crisis económica.

Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con Juan Pablo Chiesa, especialista en Derecho del Trabajo y magíster en políticas públicas de empleo, quien expresó que el tema de la jubilación “es complejo” porque “históricamente han sido la variable de ajuste de todos los gobiernos desde la vuelta a la democracia”.

Un ajuste basado en el IPC vs el RIPTE como hoja de cálculo

Según el entrevistado, el proyecto del radicalismo propone cambiar la fórmula jubilatoria, pero “el problema radica en que el ajuste actual se basa en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) con dos meses de retroactividad” y la media sanción del proyecto, propone utilizar el RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables) como base de cálculo y otorgar un 8% adicional a los jubilados que han perdido poder adquisitivo.

Trabajadores activos y jubilados: la ecuación

Con respecto a las fórmulas matemáticas para sostener el sistema de jubilación, Chiesa explicó que, “el sector pasivo es de 3 a 1”, es decir “tres trabajadores activos por cada jubilado”. Y continuó: “En Argentina, hay 6 millones de trabajadores activos que aportan al sistema para sostener a 7 millones de jubilados, por ende se necesitarían 21 millones de trabajadores registrados para hacer sostenible el sistema, pero Argentina está muy por debajo de esa cifra”.

En continuidad con el tema, el abogado aseguró que el sistema previsional necesita una reforma profunda porque “se necesitarían 20 años para crear suficientes fuentes de empleo que puedan sustentar un sistema que lleva atrasado 30 o 40 años”. Y siguió: “En Argentina, hay un desfasaje considerable en términos de índices salariales, jubilaciones y tasa de empleo, que no ha crecido en los últimos 20 años debido a la falta de reformas estructurales”.

Jubilaciones sin aporte

Con respecto a las jubilaciones sin años de aporte Chiesa expresó que, “es injusto que alguien que ha trabajado 30 años y se jubila con una pensión mínima vea cómo una persona sin aportes reciba lo mismo”. Y siguió: “Incluir a esas personas sin aportes adicionales en un sistema ya saturado perjudica a quienes han contribuido”.

Para cerrar, dijo: “Es fundamental buscar un equilibrio. Se podría permitir comprar años de aportes mediante una moratoria, asegurando así una jubilación digna sin sobrecargar el sistema”.