En diálogo con Canal E, el economista Orlando Ferreres evaluó la situación cambiaria y financiera de la Argentina, advirtiendo que el actual esquema de bandas no podrá sostenerse por mucho tiempo.
“El sistema de bandas ya cumplió su ciclo”
Al referirse a los 25 billones de pesos que el Gobierno deberá afrontar en los próximos meses, Ferreres señaló que, aunque el desafío es grande, “el Gobierno lo va a intentar y va a encontrar la vuelta”. Explicó que puede haber mayor demanda de pesos debido a que la tasa de interés se mantiene alta y el tipo de cambio aún no alcanza el nivel de equilibrio.
Según el economista, el valor actual del dólar oficial “es un producto de lo que dijo Caputo”, y remarcó: “Alrededor de 1.500 estaría bien para mí. Es un poco más lo que hace falta para evitar los problemas que hay en la construcción y en el turismo.” Consideró que una corrección cambiaria moderada “traería algo de inflación, pero sería manejable”.
Ferreres anticipó que el Ejecutivo buscará renegociar con el Fondo Monetario Internacional: “Creo que va a intentar un nuevo acuerdo con el Fondo para eliminar estas bandas que son exageradamente grandes.” En ese sentido, opinó que una flotación más libre podría generar un entorno de mayor previsibilidad y crecimiento.
Hacia una economía más equilibrada
El economista destacó que la Argentina aún enfrenta un nivel de inversión insuficiente. “Llegó al 19,5% del producto, un punto más, pero todavía lejos de lo necesario”, sostuvo. Recordó que “cuando la Argentina creció, invertía como China, 40% del producto, y ahí el crecimiento era espectacular”, mientras comparó que Brasil quintuplicó el PBI argentino desde 1928 por haber mantenido una alianza económica más sólida con Estados Unidos.
Consultado sobre la sostenibilidad del régimen cambiario, Ferreres fue categórico: “Nadie se imagina un dólar a 930 pesos. Más bien nos imaginamos alrededor de 1.500.” Por eso, afirmó que “como elemento de política económica, el sistema de bandas ya no es lógico” y que sería preferible permitir la compra de dólares por parte del Banco Central, incluso con cierta emisión, ya que prevé que “la gente va a demandar más dinero”.
“El agro no tiene por qué pagar esas consecuencias”
En relación al sector agropecuario, Ferreres celebró la baja temporal de retenciones y expresó que debería profundizarse: “Estaría bien que las retenciones bajen a cero, pero también tendría que bajar el impuesto al cheque o los ingresos brutos.” A su juicio, la carga tributaria provincial sigue siendo un freno para la producción y el desarrollo del país.
Con tono optimista, cerró su análisis afirmando que “cuando el tipo de cambio se acomode y haya más inversión, puede venir una nueva etapa de crecimiento”, en línea con la necesidad de estabilidad para recuperar la confianza y la previsibilidad en la economía argentina.