En diálogo con Canal E, el economista Pedro Gaite sostuvo que la baja del riesgo país abre oportunidades, pero advirtió que el gobierno sigue enfrentando serios desafíos en materia de reservas, tipo de cambio y financiamiento externo.
Una mejora financiera que no corrige los desequilibrios estructurales
Consultado por la ruptura del “techo” de 600 puntos básicos, el economista destacó que la reacción positiva del mercado se sostiene en “el resultado de las elecciones y sobre todo la confirmación del respaldo de los Estados Unidos”. Sin embargo, llamó a la prudencia, al señalar que “hay que tomar esta euforia del mercado con cuidado”.
Según explicó, la distancia entre la mejora de bonos y acciones y la economía real sigue siendo enorme: “Sigue habiendo una disociación muy fuerte entre la euforia del mercado y la situación de la economía real que sigue muy golpeada”. Pese al optimismo financiero, advirtió que los problemas de fondo siguen intactos: “el Banco Central tiene muy pocas reservas”, y con el actual tipo de cambio es “muy difícil” acumular divisas genuinas.
El economista remarcó que los próximos vencimientos de deuda son abultados y que, aunque los acuerdos con Estados Unidos puedan despejar pagos de 2026, “siguen habiendo desequilibrios de fondo que no se resuelven simplemente con este cambio de expectativas”. Explicó también que la estabilidad cambiaria se sostiene en gran parte por el crecimiento del endeudamiento privado en dólares, lo cual brinda alivio de corto plazo, pero implica riesgos futuros.
Para ejemplificar, recordó que entre 2016 y 2017 el sector privado se endeudó en más de 22 mil millones de dólares, pero entre 2018 y 2023 la salida neta por pagos superó los 30 mil millones. Por eso advirtió: “Los dólares que entran hoy… el día de mañana se tienen que pagar”.
Apertura importadora y dudas sobre el acuerdo con Estados Unidos
Sobre el borrador del acuerdo bilateral con Estados Unidos, el economista fue crítico: “El comunicado de Estados Unidos es bastante escandaloso”, dijo, explicando que Argentina eliminaría aranceles y barreras técnicas en áreas industriales estratégicas, mientras los beneficios para las exportaciones locales aparecen difusos.
Afirmó que el país enfrenta “un aumento muy fuerte de la penetración importadora”, lo que agrava la falta de divisas y reemplaza producción local por bienes importados. Desde noviembre de 2023, ejemplificó, “la producción industrial cayó en torno al 4% y las importaciones industriales aumentaron más de un 30%”, fenómeno que definió como “sustitución inversa”.
En ese contexto, alertó que la economía argentina atraviesa un círculo complejo: no logra atraer inversiones extranjeras —“desde que asumió Milei… son negativas”—, no genera superávit externo suficiente y profundiza su dependencia del endeudamiento.
El economista concluyó que, si el gobierno no corrige la apreciación cambiaria ni genera condiciones para la llegada de divisas, “va a dejar pasar una nueva oportunidad”, igual que ocurrió con el blanqueo y con etapas previas de “euforia financiera” que luego derivaron en tensiones cambiarias.
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